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Separación de la Iglesia y el Estado: una deuda pendiente en la Constitución de Santa Fe
29 de julio, por Reforma Constituyente — Géneros y Sexualidades, Santa Fe, Reforma constitucional, #SeparacionDeLaIglesiaYElEstado, #PanYRosas, Feminismos, Géneros y Sexualidades, Santa Fe, Reforma constitucional, #SeparacionDeLaIglesiaYElEstado, #PanYRosas, FeminismosLa reforma del artículo 3 de la Constitución de Santa Fe no puede limitarse a gestos simbólicos. Mientras la Iglesia sigue recibiendo financiamiento estatal y ejerciendo presión contra los derechos de mujeres y diversidades, el Frente de Izquierda exige una ruptura institucional y económica clara.
En el marco de la convención constituyente que debate la reforma de la Constitución santafesina, el Frente de Izquierda impulsa con fuerza una propuesta concreta y urgente: la separación total entre la Iglesia y el Estado, comenzando por el fin del financiamiento público a toda institución religiosa.
Mientras los principales bloques constituyentes —Unidos para Cambiar Santa Fe, Más para Santa Fe y La Libertad Avanza— discuten cómo reformular el antiguo artículo 3 manteniendo fórmulas ambiguas como “colaboración” o “reconocimiento”, el Frente de Izquierda denuncia que ninguno de estos espacios está dispuesto a romper los vínculos materiales con el poder clerical.
“No alcanza con eliminar una frase de la Constitución. La Iglesia sigue recibiendo subsidios, exenciones fiscales y recursos estatales, mientras actúa activamente contra nuestros derechos”, señaló Irene Gamboa, referente de Pan y Rosas. “No podemos seguir subordinadas a instituciones que históricamente nos han negado el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestra sexualidad y nuestra educación. Necesitamos un Estado laico ya, que no financie a quienes militan contra el aborto legal, la ESI y los derechos de las diversidades”, agregó.Desde el Frente de Izquierda denuncian que muchos de los privilegios que hoy mantiene la Iglesia —varios heredados de decretos de la última dictadura militar— siguen vigentes gracias a la complicidad de los sucesivos gobiernos democráticos. En Santa Fe, cada año se destinan millones en subsidios a escuelas confesionales, asignaciones a cargos eclesiásticos y exenciones tributarias. Además, instituciones religiosas utilizan edificios y terrenos públicos sin control ni rendición de cuentas.
“La Iglesia no solo forma parte del problema, sino que actúa como un actor ideológico y político reaccionario”, afirmó Gamboa. “Cada vez que se intenta ampliar derechos o avanzar hacia una mayor igualdad, ahí están los obispos, los lobbies clericales y los sectores antiderechos. Por eso exigimos cortar todos los lazos institucionales y económicos entre el Estado y las iglesias”.
La propuesta concreta del FIT-U
Desde el PTS - Frente de Izquierda proponen un proyecto alternativo del Artículo 3 que dice:
“El Estado provincial es laico. No reconoce religión oficial alguna. Se garantiza la libertad de conciencia y de culto como derecho individual. Se prohíbe expresamente el financiamiento público de cualquier institución religiosa, incluidos subsidios, exenciones fiscales, cesiones de bienes del Estado y representación institucional.”“Colaboración” clerical: una trampa de los partidos tradicionales
Mientras tanto, los bloques que dominan la Convención buscan fórmulas ambiguas que, en nombre de la pluralidad, mantienen una alianza implícita con los sectores religiosos. Ni el oficialismo ni el peronismo han propuesto la eliminación del financiamiento público a las iglesias, ni la derogación de los decretos y convenios que les otorgan poder económico e influencia institucional.
“Lo llaman ‘colaboración' o ‘libertad religiosa', pero en los hechos es complicidad con estructuras que quieren decidir por nosotras y por nuestras vidas”, denunció Gamboa.Laicidad para garantizar derechos
Desde el Frente de Izquierda sostienen que la única forma de garantizar derechos plenos a mujeres, diversidades y juventudes es avanzar en una reforma constitucional profunda, con perspectiva de género, laicidad efectiva y ruptura con las instituciones del privilegio.
“No hay reforma democrática sin separar de verdad a la Iglesia del Estado. Y esa separación empieza por cortar los fondos y los privilegios que sostienen su poder”, concluyó Gamboa. -
Trabajadoras de casas particulares: "La serie muestra cómo nos tratan en los countries"
23 de julio, por Viudas Negras: P*tas y chorras — Géneros y Sexualidades, Sociedad, Zona Norte del Gran Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Series, Nordelta, Trabajadoras de casas particulares, Countries, Malena Pichot, Géneros y Sexualidades, Sociedad, Zona Norte del Gran Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Series, Nordelta, Trabajadoras de casas particulares, Countries, Malena PichotCon su artículo “ Viudas Negras: estereotipo de la mujer de country”. Publicado en la Revista de Barrios Cerrados Locally, Mercedes Cordeyro sostiene que la serie protagonizada por Malena Pichot y Pilar Gamboa, acentúa la grieta hacia las mujeres de barrios cerrados . ¿Qué opinan sobre esto las trabajadoras de casas particulares?
En la Revista Locally, el cual en sus portales se define como ”el principal medio de comunicación zonal de los vecinos de los barrios cerrados de Tigre”. Mercedes Cordeyro realiza una crítica a la serie Viudas Negras: P*tas y chorras haciendo énfasis en el vínculo que se establece entre las trabajadoras de casas particulares y las propietarias:
Una mirada crítica unilateral hacia las habitantes de barrios cerrados que acentúa la grieta. Escenas donde las empleadas domésticas ingresan a los barrios cerrados en los charters pero separadas de los propietarios porque dicen que ellos no soportan compartir ni su olor. La revisión de los bolsos a la salida por los guardias de seguridad. La forma de dirigirse de las amigas a sus empleadas son algunas de las escenas que intentan hacer una crítica a las mujeres de country. Sos algunos de los argumentos que sostiene Mercedes en su articulo.
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¿Es una mirada unilateral de la serie o la realidad que viven las trabajadoras de casas particulares?
En el 2018 desde La Izquierda Diario difundimos una denuncia que se replicó en redes sociales y en los principales medios de comunicación: las trabajadoras domésticas de Nordelta, cansadas de la discriminación, se rebelaron. En aquel momento denunciaron que la empresa privada de transportes, Mary Go, se negaba a trasladarlas hasta el exclusivo complejo de barrios privados argumentando que muchos de los propietarios y patrones no querían viajar con ellas. Las trabajadoras conquistaron con su lucha el transporte público.
¿Qué opinan de la nota que salió en Locally Revista sobre la serie?
En su nota consideran que las estereotipan y con esa mirada se acentúa la grieta con las “señoras del barrio". Pero la grieta se agranda con nuestros sueldos bajos, lo que cobramos en un mes ni se acerca al ticket que vi en una de sus mesas donde pagaron $700.000 por algunas medias y ropa interior. La nada misma para ellas, sólo un vuelto.Y después lloran miseria porque tienen que pagarte algo más por los viáticos porque el colectivo sigue aumentando. Sostuvo Karina, trabajadora de casas particulares en Barrios Cerrados de La Zona Norte.
Paredòn que limita Nordelta de barrio Las Tunas
“La sensación rara de estar cocinando para los perros pata y muslo con queso crema mientras sabes que hay gente afuera que no tiene para comer ni pan. Esas cosas agranda la grieta, no una serie que de forma cómica las muestra irónicamente en sus palacios de cristal” . Finalizo Karina.
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La serie Viudas negras: P*tas y chorras llegó a la pantalla con una propuesta donde el thriller de la historia, se funde con el humor negro y una mirada ácida sobre los vínculos personales y los mandatos sociales. La historia sigue a Maru, interpretada por Pilar Gamboa, una mujer que aparenta tener la vida resuelta y vive en un barrio cerrado, hasta que la irrupción de Mica, personaje que lleva adelante Malena Pichot, revive un secreto compartido y que parecía ya sepultado: en su juventud, ambas formaron parte de un dúo de “viudas negras”, mujeres que drogaban a hombres para robarles.
Del “Carry trade” a la caridad
"Para las señoras de los barrios cerrados, colaborar en una ONG es trabajar. Pero no es lo mismo. Ellas eligen hacerlo. Nosotras no. Nosotras tenemos que trabajar porque, si no lo hacemos, no hay pan en casa". Nos dice Victoria.
Las migajas de los grandes fugadores y estafadores seriales que habitan los lagos artificiales de Nordelta en complicidad con los gobiernos de turno, es una burla. Esta “grieta” entre las “señoras de los barrios cerrados” y “las trabajadoras” no es producto de ninguna ley natural, ni de méritos individuales, es la consecuencia de décadas y décadas de políticas económicas a favor de la clase empresarial y sobre esto responde Gabriela, trabajadora de San Fernando:
“La grieta se agranda señora cuando estamos trabajando y pensando cómo llegar a fin de mes, haciendo varias cosas a la vez mientras escuchas que tienen que aprovechar y seguir comprando dólares baratos porque el momento financiero los beneficia y no paran de acumular electrodomésticos y ropa en sus vestidores. Y después salís del country y ves familias enteras viviendo en la calle a solo unas cuadras. Viven en un mundo aislado y paralelo totalmente diferente al nuestro”.Por su parte Victoria, trabajadora de casas particulares en el Municipio de Tigre agrega:
A pesar de que algunos dicen que satiriza a las mujeres que viven en los countries, no lo sentí así. Para mí, refleja bastante bien cómo son ellas. Están todo el tiempo midiéndose con otras mujeres, compitiendo: quién tiene más, quién tiene menos, hasta en temas como los hijos. Si una se embaraza, al poco tiempo se embarazan todas.
Además, tienen muy claro cuál es nuestra clase social. Muchas veces lo disfrazan diciendo "mi empleada es como de la familia", pero eso no es verdad. Si yo fuera de su familia, comería lo mismo que vos, en la misma mesa, y no sola en la cocina.
La serie muestra como son revisadas cada vez que salen, ¿ Eso les pasa todos los días?
Claro!. Si algo se pierde, es la empleada. Si falta algo, es la empleada. Siempre la culpa es de la empleada. Y también está esa humillación que vivimos al salir de los barrios cerrados. Siempre revisándote la mochila, como si una ya viniera marcada. Es denigrante. Finalizó Victoria.
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Lemoine y Milman presentan un proyecto contra la Ley de Identidad de Género
16 de julio, por La respuesta es en las calles — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Ley de Identidad de Género, Ideología de género, ESI (Educación Sexual Integral), Alerta de género, La Libertad Avanza (LLA), Lilia Lemoine, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Ley de Identidad de Género, Ideología de género, ESI (Educación Sexual Integral), Alerta de género, La Libertad Avanza (LLA), Lilia LemoineA horas de la gran movilización convocada por el Garrahan para defender la salud pública, los impresentables de Lilia Lemoine (LLA) y Gerardo Milman (PRO) lanzaron un ataque reaccionario contra los derechos de las personas trans y la educación sexual integral. Un intento desesperado de meter en agenda un nuevo ataque mientras se prepara una gran movilización junto a distintos sectores en lucha contra un gobierno que está en crisis con escándalos de valijas y la dura derrota del Senado
Este ataque no ocurre en el vacío. El gobierno de Milei atraviesa una profunda crisis política. A los escándalos de corrupción como el del hallazgo de valijas con dinero no declarado relacionado a altos funcionarios, se le suman derrotas importantes en el Senado, como el avance de la ley de emergencia en discapacidad o el rechazo al ajuste jubilatorio que proponía el oficialismo. Ahora amenaza con vetos, pero se pudo ver que el plan de ajuste y ataques antiderechos solo se sostiene gracias la complicidad de las centrales sindicales y distintos sectores en el Congreso.
En este contexto, dos diputados de La Libertad Avanza, Lilia Lemoine y Carlos Zapata, y uno del PRO, el bullrichista Gerardo Milman, presentaron un proyecto que busca modificar la ley de identidad de género y prohibir la educación sexual desde el Estado. Un ataque que busca desviar una agenda crítica para Milei, que tal como hacen los sindicatos con las luchas en curso, pretende incentivar divisiones entre la gran mayoría que sufren despidos, recortes y cada medida reaccionaria por el miedo a que surja una fuerza social unida en las calles que derrote su plan.
El proyecto: un ataque antiderechos
Entre sus puntos más reaccionarios, el proyecto:
Elimina la cobertura estatal y de obras sociales para tratamientos hormonales, quirúrgicos y de adecuación corporal, trasladando todos los costos a las personas trans. Solo podrían acceder quienes puedan pagar beneficiando a las empresas de medicina prepaga y a los amigos de Lugones. Restringe el acceso a menores de 18 años, exigiendo el consentimiento de ambos progenitores y un dictamen de un equipo médico-psicológico. El espíritu de la ley aborda la identidad de género como una construcción social sin caer en la patologización. Prohíbe que el Estado promueva, financie o incluso hable de género y sexualidad en ámbitos públicos, incluyendo las escuelas. Atacando así una herramienta como la ESI que permite que miles de niñas y niños puedan denunciar abusos sexuales.En la práctica, esto implicaría un retroceso en derechos conquistados con lucha, un intento de reinstaurar una mirada patologizante, biologicista y represiva sobre las identidades de género.
Hace tan solo medio año Milei equiparaba la homosexualidad con pedofilia en el Foro de Davos, lo que mostró la enorme capacidad de responder en la calle que dio el colectivo LGBTIQ+ junto a otros sectores reclamando. La respuesta masiva en las calles fue clave en la disputa contra los discursos de odio que difunde Milei desde el Estado, ese es el camino. Recientemente volvieron a insistir arremetiendo contra el diputado Esteban Paulón, activista por los derechos del colectivo LGBT+, quien fue acusado de “pedófilo” y recibió agresiones en un programa de streaming vinculado al oficialismo.
La salud como un negocio: el verdadero plan
Este ataque se enmarca en una política más amplia de vaciamiento de la salud pública. Mientras se recortan partidas esenciales, el gobierno piensa destinar solo en este año 18 veces el presupuesto del Garrahan tan solo al pago de la deuda con el FMI. Para Milei, todo es mercancía: la salud, la educación, la identidad.
Desde enero empezaron a llegar mails desde las dependencias de salud como el Durand y Fernandez suspendiendo cirugías y avisando faltantes de hormonas y turnos de tratamiento, un ajuste que ya está sucediendo en los hechos y que también llegó a provincia el “alerta” de estos posibles faltantes.
Quieren que con nuestros sueldos que no nos permiten llegar al 10 de cada mes garanticemos el acceso a derechos transformando la salud en un negocio como los del Ministro de Salud, Mario Lugones, es el hilo rojo que une los despidos, el vaciamiento de hospitales y ahora este proyecto antiderechos.
El proyecto también apunta contra la Educación Sexual Integral (ESI), aunque no la menciona directamente. Al prohibir que el Estado promueva contenidos sobre género y sexualidad, busca silenciar a las escuelas, impedir debates y bloquear herramientas fundamentales para la niñez y la adolescencia. La ESI no solo enseña sobre derechos, identidades y autocuidado. No solo quieren dejar al 60% de las infancias que está bajo la línea de pobreza sin hospitales como el Garrahan, que permiten dar respuesta a las enfermedades más graves, también quieren borrar del mapa herramientas con las que que permiten que reconozcan y denuncien situaciones de abuso. Pero los ataques ya no pasan sin respuesta, por eso les trabajadores del Garrahan convocaron a una movilización donde ya se sumaron decenas y decenas de sectores que quieren defender la salud pública.
Hay fuerza para enfrentarlos
Tenemos la fuerza, lo vimos en: la marcha multitudinaria el 1F contra las políticas de odio, en les trabajadores del Garrahan que resisten el vaciamiento volviéndose un símbolo de lucha, en las huelgas de estatales y docentes en varias provincias, en las tomas y movilizaciones estudiantiles en universidades y secundarios. También la vemos en las luchas obreras emblemáticas que vienen dando los trabajadores de SECCO, Georgalos y Shell, que resisten los despidos y ajustes patronales con acciones como cortes en la Panamericana enfrentando la represión.
Las infancias no pueden esperar y ver como cierran hospitales en nuestras caras o como atacan derechos conquistados, no podemos esperar al 2027 como nos proponen desde los sindicatos encabezados por el peronismo que están más preocupados en pronunciarse por la candidatura de Axel Kicillof, que está dejando pasar los despidos en la provincia muy alejado de los reclamos de la calle. Las burocracias nos quieren a todes peleando por nuestra cuenta, algunas directamente siendo cómplices del ajuste, otras limitándose a denunciar ataques del gobierno sin convocar a ni una asamblea.
Por eso hay que golpear con un solo puño en la marcha del 17 convocada por el Garrahan, y que sea el inicio de un plan de lucha coordinando toda esa fuerza social que vemos en cada reclamo desde abajo para derrotar el plan de ajuste y las políticas anti derechos del gobierno.
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“Lo que queremos es que nos deseen”: leer a Perlongher contra los discursos de odio y el mercado
15 de julio, por “La cita” — Géneros y Sexualidades, Cultura, Historia, LGTBI, Matrimonio igualitario, Diversidad Sexual, Historia, La cita, Géneros y Sexualidades, Cultura, Historia, LGTBI, Matrimonio igualitario, Diversidad Sexual, Historia, La citaSe cumplen 15 años de la votación de la ley de matrimonio igualitario en el país. Argentina fue uno de los primeros países de la región latinoamericana en conquistar este derecho. Para recordar esta fecha le preguntamos a Tomás Máscolo, militante del PTS y activista de la diversidad sexual, qué cita o textos recomendaría y esto nos contaba.
“No queremos que nos persigan,
ni que nos comprendan,
ni que nos toleren,
ni que nos analicen,
ni que nos curen,
ni que nos expliquen,
ni que nos discriminen,
ni que nos aprehendan,
ni que nos maten:
lo que queremos es que nos deseen.”— Néstor Perlongher
A veces una frase puede condensar más que mil documentos. En este caso, son estas palabras de Néstor Perlongher las que siguen estallando sobre el presente. No piden permiso, ni aceptación, ni compasión. Lo que exigen es deseo y lucha.
Perlongher no solo fue un poeta brillante. Fue militante del Frente de Liberación Homosexual en los años ‘70, exiliado en Brasil durante la dictadura, sociólogo marxista y cronista del deseo. Su vida y su obra fueron inseparables de la lucha colectiva contra la represión sexual, la moral conservadora, el Estado policial y el disciplinamiento capitalista de los cuerpos.
Leer a Perlongher hoy es más necesario que nunca. En plena ofensiva reaccionaria encabezada por Milei, con la derecha promoviendo el odio abierto contra las disidencias sexuales, el feminismo y la protesta social, con un ajuste brutal que golpea a la juventud, las mujeres y las identidades LGTBIQ+. Hay que volver a una voz que no se domesticó y estuvo en las calles. Una voz que supo unir deseo con lucha.
Contra la tolerancia y el mercado rosa
Perlongher ya denunciaba en los ‘80 los intentos de domesticar el deseo. Hoy, ese intento se llama pinkwashing: la utilización de los símbolos y demandas LGBTI+ por parte de empresas, partidos del régimen o incluso gobiernos represivos, con fines de marketing o legitimación institucional. Vemos marcas multinacionales que pintan su logo con los colores del orgullo mientras explotan a trabajadoras trans en condiciones de miseria. Vemos gobiernos que marchan con la bandera LGBTI+ mientras reprimen, ajustan y profundizan la precarización.
Lo mismo pasa con el discurso de la “tolerancia” o la “diversidad” vaciada. Nos quieren convencer de que la inclusión individual en el mercado o en los medios es el horizonte máximo de libertad. Como si con ver una pareja gay en una serie de Netflix se resolviera la transfobia estructural. Como si a una piba trans que no llega a pagar el alquiler le alcanzara con que la “respeten”. Como si la libertad fuera una selfie en el mes del orgullo y no poder vivir sin miedo, sin persecución, sin hambre.
La frase de Perlongher desarma esa trampa. No queremos ser “tolerades”. Tolerar no es aceptar, es apenas soportar al otro. Lo que queremos es existir con plenitud, amar sin culpa, organizarnos para transformar la raíz de la opresión.
Marxismo y disidencia: una alianza urgente
Hay quienes quieren separar la lucha de clases de las luchas de las disidencias. Dicen que el marxismo “no habla del deseo”. Falso. Perlongher es una prueba viva de que se puede y se debe unir el marxismo con las luchas sexuales y de género. Porque la opresión de nuestras existencias no es solo “cultural”: tiene raíces materiales. El sistema capitalista necesita normalizar los cuerpos, regular la sexualidad, imponer la familia heterosexual como unidad de reproducción y consumo.
En sus textos como Los devenires sexuales o El fantasma del SIDA, Perlongher analiza cómo el capitalismo busca controlar los cuerpos y el goce, a través del Estado, la medicina, la moral y la represión. No lo hace desde una torre académica, sino con los pies en el barro de la calle, en los saunas, en las villas, en las esquinas donde la comunidad trava y marica resiste todos los días.
Y lo hace con una mirada que no se resigna al gueto, que no quiere solo “identidades” cerradas, sino alianzas políticas amplias para romper con el sistema. No alcanza con conquistar derechos formales si no se garantiza el acceso real a la vivienda, a la salud, a la educación, al trabajo. No hay orgullo posible sin justicia social.
Leer a Perlongher hoy
Volver a Perlongher no es un gesto culturalista. Es una necesidad política. En un momento donde se persigue a quienes luchan, se demoniza a quienes disienten, se criminaliza a quienes existen fuera de la norma, su poesía y su pensamiento son una chispa para encender nuevas resistencias.
No fue un “poeta marica” en términos folclóricos. Fue un militante que pensó el deseo como fuerza de combate. Que escribió contra la dictadura, contra el SIDA, contra la represión y también contra la asimilación. Su obra es barroca, desbordante, difícil a veces. Pero también profundamente sensible, material, cercana. Está llena de cuerpos que gozan, que sufren, que se organizan.
No quería ser “normal”. No quería ser entendido por el sistema. Quería destruir ese sistema. Y por eso es tan urgente leerlo hoy, cuando nos quieren devolver al clóset, al silencio o a la muerte.
Uno que puso el cuerpo y la palabra. Su poesía no es solo para leer en el aula: es para marchar, para amar, para conspirar. Es una invitación a no conformarse, a no bajar la cabeza, a no dejar que nos compren ni que nos acomoden.
Así que si nunca lo leíste, buscá Prosa plebeya, Cadáveres, Evita vive, Los devenires sexuales. Y si ya lo conocés, volvé a leerlo desde este presente lleno de odio, pero también de resistencias.
Porque como decía Néstor:
“Lo que queremos es que nos deseen.”
Y para eso, tenemos que organizarnos para tumbar este sistema que solo ofrece hambre, represión y muerte.Acerca del autor
Tomás Máscolo es militante del PTS y activista de la diversidad sexual. Editor de la sección Géneros y Sexualidades de La Izquierda Diario.
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Enfoque Rojo.
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CABA: Una pareja de lesbianas fue agredida por vecinos y el GCBA no las deja trabajar
14 de julio, por Ataque lesbodiante — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, Lesbofobia, Javier Milei, Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, Lesbofobia, Javier Milei, Gobierno de la Ciudad de Buenos AiresEl pasado 3 de marzo en el barrio porteño de Balvanera, una pareja fue agredida por padre e hijo luego de recibir amenazas. La causa recibió carátula de “lesiones graves” y hoy siguen viviendo al lado de sus agresores. La respuesta del Gobierno porteño es no dejarlas trabajar. La justicia y los gobiernos son responsables ante el crecimiento de los ataques de odio.
“Las vamos a matar por tortas de mierda”
El pasado 21 de enero el presidente Javier Milei dio un discurso en Davos cargado de un contenido misógino y homofóbico, “la ideología de género constituye lisa y llanamente abuso infantil. Son pedófilos, por lo tanto quiero saber quién avala esos comportamientos" fue uno de sus repudiables dichos.
En el barrio porteño de Balvanera, un mes y una semana después, una pareja de lesbianas fueron amenazadas por un vecino del departamento donde viven: “las vamos a matar por tortas de mierda”. Dos días después de esa amenaza, el 3 de marzo fueron atacadas y golpeadas por Gabriel y Miguel Yanes, padre e hijo.
“Mi día a día cambió, tenemos una consigna policial que envió la Legislatura, una orden de restricción absurda porque vivimos en el mismo piso y nunca la respetan. Vivimos con miedo. El Gobierno de la Ciudad no nos dió mucha respuesta. Claramente el discurso de odio está estatizado. Entonces los monstruos que creíamos apaciguados conviven entre nosotras y toda la comunidad está cada vez más en riesgo” declaró una de las mujeres atacadas. El pasado sábado 5/7 uno de los agresores quedó detenido por incumplimiento de la orden de restricción. El acusado se niega a respetar la orden, “está en rebeldía” cuenta Inés. La incertidumbre sobre su futuro sigue latente.
El discurso de odio está estatizado, hay que enfrentarlo
El caso de Inés y Analia se suma a los ataques de odio que vienen en escalada Como lo vimos con el caso de Cañuelasdonde un hombre prendió fuego la casa de una pareja de lesbianas luego de años de ataques y hostigamiento, el ataque a una pareja en Recoleta mientras iban al dentista, el triple lesbicidio en Barracas de Pamela, Andrea y Roxana el 6 de mayo de 2024 cuando Justo Fernando Barrientos tiro una bomba casera donde habitaban hacinadas cuatro mujeres lesbianas.
“Este gobierno tampoco nos está permitiendo comer” dicen Inés y Analia, contando que son vendedoras ambulantes de empanadas que como miles de trabajadores, jóvenes, mujeres y lgbtiq+ se rebuscan el día a día siendo parte de los sectores más golpeados por la precariedad de la vida, sin derechos laborales y también sin solución habitacional. Tienen una orden de desalojo por derrumbe por parte del Gobierno de la Ciudad, que las quiere desalojar del departamento donde son propietarias sin plantear ninguna solución. Ya sufrieron un intento de desalojo arbitrario donde la policía les rompió la puerta de entrada con una orden de la fiscalía, “Patearon la puerta mia y de mis vecinos como si fuéramos delincuentes. Imagínate cómo nos sentimos. Es nuestro lugar. No ofrecieron respuestas solo violencia". Esta precariedad de la vida es también en la que se apoyan empresas millonarias como Georgalos, que despiden, flexibilizan y discriminan a las mujeres por organizarse.
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Es por esto que las mujeres y diversidades fueron los primeros sectores que le hicieron frente en las calles al gobierno de Milei en acciones colectivas y grandes movilizaciones como la marcha del 1F, de Ni Una Menos junto a lxs jubiladxs, junto al Htal. Laura Bonaparte donde atienden a personas LGBTIQ+. Le hacen frente al estado y los gobiernos ajustadores que garantizan junto a las fuerzas represivas y la justicia la perpetuación de la violencia machista. “Me parece muy importante movilizarnos porque cada una de las batallas que creíamos ganadas en un tic tac perdimos millones de derechos. Los crímenes de odio van a seguir en ascenso siempre y cuando no nos organicemos de manera mancomunada”.
Esta unidad es fundamental, se necesita a la hora de salir a defender todos nuestros derechos contra toda resignación, es la fuerza desde abajo para que no pasen los planes del gobierno, el FMI y sus cómplices.