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Los desafíos de las mujeres y la diversidad sexual: ¿cómo enfrentamos a la derecha?
3 de diciembre de 2023, por Ideas de Izquierda — Política, Géneros y Sexualidades, Feminismo, Derecha, Luana Simioni, Andrea D'Atri, Javier Milei, Edición Costa Rica , Celina Rodríguez Molina, Política, Géneros y Sexualidades, Feminismo, Derecha, Luana Simioni, Andrea D'Atri, Javier Milei, Edición Costa Rica , Celina Rodríguez MolinaCon la feminista Celina Rodríguez Molina, histórica militante de Las Azucenas y referente del Frente Popular Darío Santillán-Corriente Plurinacional, la dirigente del PTS y delegada de la Junta Interna IOMA-ATE, Luana Simioni y Andrea D'Atri, fundadora de Pan y Rosas, se desarrolló un interesante intercambio en La Plata sobre "Los desafíos de las mujeres y la diversidad sexual ¿Cómo enfrentamos a la derecha?".
En el Centro Cultural y Político Rebelión repleto de jóvenes, trabajadoras y trabajadores de distintos sectores y activistas feministas y de distintas organizaciones sociales y políticas de la región, con esta charla quedó inaugurado el taller de "Feminismo y Marxismo" que continuará en las próximas semanas, organizado por la agrupación Pan y Rosas y la Juventud del PTS de La Plata.
Este debate fue un enorme punto de apoyo para continuar organizando la resistencia de cara a lo que se viene. Hoy las mujeres y la diversidad sexual tenemos el desafío de volver a conquistar la calle y la reorganización del movimiento feminista -que tuvo un protagonismo político ineludible en los últimos años-, en la perspectiva de que esta enorme fuerza sea una punta de lanza para la resistencia de la clase trabajadora.
En la charla surgió el debate en torno a que esta pelea no es solo en las calles, sino que también tenemos que enfrentar las ideas del individualismo, el machismo, el "sálvese quien pueda" y disputar el término de "libertad" que para ellos es solo la libertad de explotar a otros. Contra estas ideas y valores reaccionarios que defienden los liberal-libertarios de Milei, tenemos el desafío de revalorizar la solidaridad, la unidad de la juventud estudiantil con la clase trabajadora y las luchas colectivas como las del movimiento de mujeres para defender nuestros derechos.
Pan y Rosas propone que nos organicemos en cada lugar de estudio y de trabajo, en cada barrio, para construir una enorme corriente feminista socialista, que levante la perspectiva de una sociedad liberada de todas las formas de explotación y opresión que hoy condenan a la inmensa mayoría de la humanidad.
Aquí el video completo.
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Entrevistamos a Mabel Felix, autora de un libro que busca visibilizar sobre la transición de hijes trans
2 de diciembre de 2023, por LGTBI+ — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Uruguay, San Vicente, Tehuel De la Torre, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Zona Sur del Gran Buenos Aires, Uruguay, San Vicente, Tehuel De la TorreDocente y madre de un joven trans, llego desde Uruguay a Argentina para presentar su libro, “Mamá, quiero ir al psicólogo”, donde cuenta como fue el proceso de transición de su hijo, las situaciones que tuvieron que atravesar como familia, en los espacios sociales frente al desconocimiento y la estigmatización hacia la comunidad LGTBI+, sus sentimientos como madre, lo que la llevo a escribir este libro con el apoyo de su propio hijo, las cosas que faltan por avanzar, y como enfrentar a los discursos de odio y a la discriminación. También busca ser una guía para dar a conocer conceptos sobre género y diversidad desconocidos por la mayoría de la sociedad
Desde la Izquierda Diario entrevistamos a Mabel Felix, nos parece importante visibilizar la lucha de una madre por su hijo trans, más en el marco actual de aumento de los discursos de odio y contra los derechos de las personas LGTBI+ en el país, expresados en el nuevo gobierno que asumirá el 10 de Diciembre con Javier Milei. También, frente al creciente ajuste en educación, salud y en políticas de género, que viene llevando adelante el gobierno actual del Frente de Todos y que el nuevo gobierno plantea profundizar, para seguir priorizando el pago de una deuda ilegal y fraudulenta con el FMI por sobre las condiciones de vida de las mayorías populares. Llamamos a organizarnos en los lugares de trabajo y en los lugares de estudio, para defender nuestros derechos frente a los posibles ataques que vengan y en perspectiva de unir las luchas, porque la única forma de conseguir derechos es uniendo al movimiento LGTBI+ con el movimiento obrero y el movimiento estudiantil.
Mabel, en su visita a Argentina, presentó el libro en la ciudad de San Vicente, frente a vecinos y vecinas que se acercaron a escuchar, participar y conocer, se dio en el marco del Dia Internacional Contra la Violencia hacia las Mujeres. Recordamos que en esta misma ciudad, tristemente, hace mas de 2 años desapareció Tehuel de la Torre, un joven trans que fue a una entrevista por trabajo y desde ese momento su familia no supo mas nada de él, hoy en día sigue presente el reclamo de aparición con vida de Tehuel y se volvió una bandera del movimiento LGTBI+ en Argentina.
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Entrevista a Mabel Felix
¿Qué te motivo a escribir el libro? ¿Cuáles es el objetivo del mismo?
“El libro lo comencé hace muchos años cuándo mi hijo me dijo que se sentía varón, lo empecé como anotando cosas para no olvidarme del proceso que iba haciendo. Escribía como una ayuda memoria, algo para mí, pero no tenía pensado que iba a ser un libro. Una cosa que me hizo decidir comenzar pensarlo como un libro, fue que en el colectivo que formamos parte, TBU Familias, niñeces y adolescencias, hay una mamá, Patricia Gambetta, fundadora del grupo, que nos recibe a las familias, nos ayuda en la contención emocional, nos capacita, nos da cursos de educación sexual, nos enseñó y ayuda a conocer los conceptos como es el de identidad de género, a expresarnos bien, como relacionarnos mejor con nuestros hijos. En una charla, ella nos decía que el amor que tenemos por nuestros hijos es lo más importante para acompañarlos, una de las mamás respondió que creía que no basta solo con el amor hacia nuestros hijos, que nosotros tenemos que visibilizar, hablar del tema, difundir y explicar por todo lo que ellos pasan, para que la gente conozca y romper con la estigmatización de la sociedad. A mí me quedo eso, me empecé a cuestionar que hacia yo como madre para poder hacer eso, me hizo hacer un click y pensar como brindar mi ayuda a las otras personas y a las otras mamás, yo lo que tengo es esto, que es escribir. Mis propias hijas y mi hijo Bautista me motivaron a hacerlo, con el apoyo de él surgió esto que es el libro.
El objetivo mío me ha sobrepasado y me lleno el alma, por donde ha llegado el libro y los mensajes que me han llegado, sobrepasa mi primer objetivo que era ayudar un poco. Este libro lo que hace es resumir sentimientos, mas allá de que yo cuento el proceso que ha pasado mi hijo, lo pongo del lado de los sentimientos de la familia, de lo que pasamos principalmente las mamás. Cada vez que entra una mamá nueva en el grupo, con una hija o un hijo trans, las dudas, las inseguridades y los sentimientos que surgen son similares. La idea es llegar a esas familias, para mostrarles que todos pasamos por procesos similares y que se sientan acompañadas, que se vayan calmando esos miedos. Y por otro lado, llegar a otras familias que no estén pasando por ese proceso para que entiendan, porque a veces el desconocimiento hace que la sociedad sea violenta con las personas trans, porque no saben cómo nombrarlos, como tratarlos, van a lugares de salud y por ahí no están capacitados para atenderlos, la sociedad en general le cuesta por ahí romper con su estigma. El libro busca hacer que las personas trans no pasen por todo esto. Por ejemplo en el caso de cambio nombre, no es por un simple cambio de nombre, es porque uno quiere definir su identidad. También, en el caso de las operaciones, mi hijo que es varón trans se operó los senos, en muchos lugares lo ven como una operación estética, pero es mucho más que eso, es algo personal, es una operación con la que el puedo empezar a ir a la playa, donde pueda dejar de usar la faja que lo lastimaba, poder andar sin remera, poder tomar sol, esas cosas por ahí el otro no lo ve con la importancia con lo que nosotros lo vemos.
He tenido una satisfacción muy grande cuando la gente lo lee. Y otro detalle es que esta escrito en un lenguaje sencillo, para el que lo lee encuentra eso que quizá fue mi intención”.¿Cuáles son las diferencias que enfrenta las personas de la comunidad LGTBI+ con respecto al resto de la población, cómo en el tema laboral, en lugares sociales, lugares de estudio, en el deporte y otros?
“Mi hijo dentro de todo ha hecho un proceso menos pesado, no tuvo grandes problemas como sufren otros chicos trans, él ha tenido el apoyo total de la familia y amigos, lo que hizo que el proceso sea menos complejo. Muchas personas trans son muy discriminadas, sufren mucho, están solos, porque la familia no los apoyan, son expulsados de sus hogares, de la educación, de la salud y otros lugares. En muchos sentidos se avanzó, pero sigue costando y persisten esas situaciones.
En cuanto a la educación, mi hijo no tuvo dificultades en el liceo (secundario), pero otros chicos si tienen grandes problemas. En el grupo hay mamás que cuentan que sus hijos no la pasan bien, en las escuelas persisten algunas concepciones machistas como el formar por varón o mujer, igual la educación ha ido resolviendo y avanzando mucho. Después, existe la situación de muchos chicos que dejan de estudiar, porque a esos problemas, se suma que la familia no los apoyan y otras causas que generan una cadena de factores que excluyen a los chicos.
La sociedad es machista, eso lleva a que las personas trans sean mucho más discriminadas y excluidas en los trabajos. Por ahí, mi hijo con su transición y en algunos varones trans la gente no se da cuenta, pero en las mujeres trans si es más visible, eso lleva a que sean aún más discriminadas y sean las que más sufren. Creo que en los trabajos aún no se ha logrado avanzar en superar al machismo. A pesar de eso, en Uruguay existe el cupo laboral donde entre un 2% y 3% de personas en los trabajos deben ser transgénero.
Lo que aun veo complicado, por lo menos en Uruguay, es la salud, por la falta de equipos capacitados, con conocimiento y recursos en los centros de salud para atender a las personas trans. Cuándo un chico o chica empieza el proceso, hay que encontrar a los médicos y profesionales particularmente lo que es muy desgastante, porque no todos los médicos y centros tienen la preparación para afrontar estos casos, no digo que los rechazan, pero en casos no han sido empáticos y no saben tratar con las personas trans. Los jóvenes tienen que estar pasando de médico en médico para conseguir atenderse, luchando para conseguir las hormonas o con las operaciones, que las consideran como estéticas y no les dan prioridad. Existe un ley donde todas las instituciones deben tener un equipo para atender a las personas trans, pero esto no se cumple”.Ahora ante el avance de los discursos de odio y de la derecha, como vimos con Milei que ganó las elecciones en Argentina con un discurso contra los derechos conquistados y planteando más ajuste en salud y educación del que ya está haciendo el gobierno actual, ¿Qué cree que se puede hacer para enfrentar todo eso?
“Mira, allá en Uruguay cuándo se trató la ley trans, género un gran debate en la sociedad, desde sectores de la religión, aunque no tienen tanto peso, y en el parlamento con los legisladores, se dijo de todo, que éramos malas madres y padres, que íbamos a castrar a nuestros hijos, que íbamos a hormonizar niños, se dijeron cosas muy graves que no son ciertas. La ley finalmente fue aprobada, pero hoy en día no se está cumpliendo cabalmente. Han pasado distintos gobiernos pero no he observado grandes cambios en la situación. Por ejemplo, en mi ciudad, que somos del interior, en Fray Bentos todavía no hay un equipo especializado en salud para atender a personas trans, han venido chicos a contactarme para ayudarlos a buscar médicos en Montevideo, porque en nuestra ciudad no hay y es lo mismo que nos pasó con mi hijo, hoy en día sigue igual.
Creo que lo mejor que se puede hacer para enfrentar esos discursos de odio, es hacer como hicimos allá en el Uruguay, salir a discutir con la verdad a la sociedad, en lugares públicos como en la televisión y las universidades, defender a los derechos que se tienen, tratando de explicar cómo es la ley, contar y hacer más visibles a las personas trans, las cosas que pasan y sufren, dar a conocer las distintas identidad que existen, la diversidad que tenemos las personas y buscar hacer que la sociedad comprenda”.Un mensaje que le quiere dejar a otras madres o padres
“Yo, lo que digo en una parte del libro, al final, es escuchar, escuchar y escuchar a nuestros hijos, que es lo que ellos nos dicen, el titulo de mi libro tiene que ver con eso, que fue lo primero que me dijo mi hijo cuando él se ve estaba tratando de dar una explicación a lo que estaba sintiendo. Y bueno, esas madres y padres acompañar, tratar de que todo ese desequilibrio que se nos hace por ahí desde las convicciones que uno tiene, lo que uno piensa y lo que se te mueve el piso cuando tu hijo te dice esto, tomarlo con calma y transmitirle tranquilidad a nuestros hijos, porque en el caso de los varones y las mujeres trans, cuando ellos logran aceptar su identidad y encuentran dar un nombre a lo que ellos sienten, comienzan a tener ansiedades, quieren comenzar los tratamientos, operarse, ver cambios enseguida y el camino es largo. Uno como madre o padre y desde la familia, lo que más querés es verlo bien, por eso hay que tratar de balancear y bajar esas ansiedades, para que el camino sea lo más transitable posible. Principalmente ese es el mensaje, que los escuchen a los hijos, que los acompañen y tratar de buscar ayuda, tratar de encontrar a otros que estén pasando por lo mismo, para orientarnos.
El libro lo pueden conseguir contactándome por las redes, Mabel Felix en Facebook y en Instagram (La_Felita)”. -
Orgullo y hermandad travesti-trans
2 de diciembre de 2023, por Perfiles — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Neuquén, XXVIII Marcha del Orgullo, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Neuquén, XXVIII Marcha del OrgulloBajo la consigna “Nuestros derechos siguen siendo deuda”, hoy se realizará en Neuquén la XXIII Marcha del Orgullo. Compartimos la historia de Amira Luana. Una vida de lucha por la igualdad ante la ley y la vida del colectivo travesti trans que se resignifica y toma fuerza al calor de los nuevos desafíos para enfrentar el plan de la motosierra del reaccionario Javier Milei.
Amira llegó a Neuquén de un lugar donde era mal tratada, tratada por un nombre que no dice al recordar. Los insultos, la burla, el desprecio, la incomprensión de un pueblo que la vio nacer en una familia tradicional de Barda del Medio, Provincia de Río Negro, y crecer como travesti, la obligaron a migrar.
Ser la primera travesti en un pueblo, que cuando Amira se fue vivían 1650 habitantes, no tiene para ella connotaciones heroicas. “Me fui escapada. El centro tenía cuatro cuadras y por dos no podía pasar porque estaba amenazada. Vivía encerrada. Ya estaba sufriendo una depresión”. Amira rodea su cintura con el brazo izquierdo procurando un pequeño refugio ante un pasado que duele. Respira y suelta: “Mudarme a Neuquén me cambió la vida, pude vivir mi vida como travesti”.
“Mi infancia fue linda. Tenía una familia. Mis tías me cuentan que cuando tenía cinco años jugaba a disfrazarme”, relata con una sonrisa. Se ata el pelo, se acomoda en la silla y cuenta que su mamá se fue cuando tenía ocho años y se crió con su papá y su hermano mayor.
El padre pasó del amor a la furia, mientras ella experimentaba una difícil transición entre la infancia y la adolescencia. “Mi papá era muy conservador, machista. Me pegaba si se enteraba que me gustaba un hombre. Me obligaba a esconderme cuando venía gente”. Para Amira “la adolescencia fue una tortura”. En la casa mantenía las normas, pero en la escuela no. Con 13 años, le pidió a cada docente que “por favor” le dijeran Ami. “Algunas me decían que sí. Otras me nombraban con mi nombre anterior. Era el chiste del curso. Otras llamaban a mi papá y palizón. Pero yo la peleaba”. No se doblegó ante el mandato paterno y cultural.
A pesar de las leyes conquistadas, la precarización de la vida, las violencias y la discriminación, no disminuyeron
La escritora trans, Camila Sosa Villada, cuenta que quienes leen su novela “Las Malas” ven “realismo mágico” donde ella describe la realidad de la vida de las travestis. Una realidad en la que, a pesar del reconocimiento ante la ley, de las pequeñas grandes victorias conquistadas con la lucha, la precarización de la vida, las violencias y la discriminación, no disminuyeron.
Amira tiene 35 años. Es parte de una generación intermedia entre las travestis que tuvieron que recurrir a lo que sea para vivir su identidad, como inyectarse aceite de avión en pechos, nalgas, caderas y pómulos y la nueva generación de chicas, chicos y chiques trans. Diferentes pero iguales. “Tengo mucho respeto por las compañeras que iniciaron acá en la zona. Arriesgaron la vida por lo que tenemos hoy. Aunque todas la pasamos mal y todas aportamos un granito de arena para lo que somos hoy como sociedad”, reconoce.
Según un estudio de la Universidad Nacional del Comahue, las personas travestis-trans de las provincias de Neuquén y Río Negro tienen una expectativa de vida de entre 35 y 40 años. El 70 % se mudó de su ciudad natal por la discriminación que vivieron. Asumir la identidad de género autopercibida en el lugar de residencia fue para el 62 % de las personas encuestadas, un proceso entre difícil y muy difícil. El 56% tuvo dificultades para establecer vínculos amorosos. "Nos negaron el derecho a amar”, lamenta Amira.
La vida afectiva de la mayoría de las personas travestis- trans está conformada por sus pares. Son resistentes a los malos tratos, las malas miradas, los malos tragos. Siguen en pie, se unen, tejen redes y lazos invisibles de hermandad, solidaridad y salidas colectivas. Según el mismo estudio, el 50 % de las personas entrevistadas participan en organizaciones sociales o en actividades promovidas por ellas.
La militancia social y el activismo trans son un motor en la vida de Amira. Los primeros pasos los dio con Mónica Astorga, una monja de la orden de las Carmelitas Descalzas con quien fundó la primera Casa Trans de Argentina.
La pelea por trabajo genuino la llevó a habitar otros espacios. En el año 2017 presentó junto al diputado del Frente de Izquierda, Raúl Godoy, un proyecto de cupo laboral trans en la Legislatura de Neuquén. De esa época rescata que aprendió a militar de una manera diferente. “Aprendí que no era cuestión de presentar un papelito y chau, había que militarlo. Además, conocí gente maravillosa que me abrió un montón de puertas hasta el día de hoy”. Eluney Aguirre, una activista feminista, que elaboró el proyecto junto con ella, recuerda las reuniones de trabajo: “Siempre sentí esa familiaridad entre ellas, nunca serias, riéndose de lo duro que fue vivir, habitar, y luchar la transexualidad”.
El proyecto de cupo laboral trans se debatió en la Legislatura de Neuquén. Amira y otras activistas travestis-trans expusieron ante diputados y diputadas que la “inclusión laboral es una de las demandas más urgentes y necesarias para las personas transexuales, transgénero y travestis”. Sin embargo, el proyecto nunca llegó al recinto para su tratamiento y aprobación. En la ciudad hubo un avance. El Concejo Deliberante aprobó en el año 2021 el cupo laboral trans “Yanina Piquet”, pero no se cumple. Sólo tres personas ingresaron a trabajar y en condiciones precarias de contratación.
Cinco años después Amira sigue aprovechando las puertas que se le abrieron. Se baja de un remise en la puerta de la Legislatura. Saluda a un diputado que entra y le grita: “Ahora paso a verte”. Pantalones blancos, botas a la rodilla, un saco largo, el pelo rubio suelto, anteojos negros y una carpeta en la mano. Una sonrisa y un perfume que acompaña su paso firme. Los hombres de negro apostados en la puerta le indican donde anunciarse. Se miran entre ellos, la siguen con la mirada. Ella, que ya sabía dónde ir, agradece con una sonrisa y continúa su camino. “Los tipos son muy boludos con las travas. Se fascinan, pero se cagan”. No se enoja. Encoge los hombros y sigue su camino para “manguear” a los diputados y diputadas plata para iniciar un microemprendimiento para trabajadoras sexuales.
Actualmente, milita en la Asociación de Trans y Trabajadoras Sexuales (ATTS) con Georgina Colicheo, una travesti y trabajadora sexual mapuche de 55 años. “Soy activista y sobreviviente en este colectivo”, se presenta Georgina. “Amira es una maravillosa persona. Se preocupa y se ocupa de las travestis y trabajadoras sexuales. No, todes tienen la voluntad, la fuerza y la necesidad de poder cambiar la realidad de las compañeras. No es su caso”, hace una mueca con su boca y mueve la cabeza asintiendo. Cambia el tono de voz, sonríe, se lleva las manos a la boca y reconoce: “Hemos tenido nuestras diferencias, pero estamos convencidas de nuestra lucha, de nuestro objetivo. Sabemos que nosotras no somos el enemigo sino el sistema que oprime separa, anula”.
Es una tarde fría en la ciudad de Cipolletti, provincia de Río Negro. Amira llega en bicicleta, zapatillas, short y un paquete de facturas colgando del manubrio. Sus dos “hijos” caniches gritan asomados desde la ventana hasta que entra. Es una casa prefabricada, blanca, como cualquier otra. La puerta se abre y se ve un living con una mesa y dos sillas. Un calefactor y encima una foto de Evita colgada. Una cocina, un baño y una habitación. “No recibo mucha gente, mi vida es esto, la soledad”, dice mientras estira el mantel.
El celular no para de sonar. Prepara unos mates, se sienta y dispara: “Nunca renegué del trabajo sexual. Me guste o no, me dio comer. No está mal”. Se interrumpe y aclara: “Así como defiendo los derechos de las trabajadoras sexuales para que sean reconocidas, soy la primera en salir a buscar un laburo cuando las compañeras quieren dejar la calle”.
Carolina Figueredo, integrante del Archivo de la Memoria Trans, valora la apertura de Amira que sin conocerla le abrió las puertas de su casa. “Trabaja gratuitamente para el colectivo trans. Siempre está a disposición. Es honesta. Luchadora, trabajadora, emprendedora, solidaria que nunca va a dejar a nadie que se caiga”. El relato de Carolina coincide con el de Lujan Acuña, una “referente de la vejez transexual” de Neuquén y compañera de ruta de Amira. La define como una “buscavidas innata, buena persona, bichera, trabajadora, activista, solidaria”.
Me crié con la palabra trava como una ofensa. Soy travesti y voy a morir como travesti
“Yo soy travesti. Me crié con la palabra trava como una ofensa. A mí me encanta. Soy travesti y voy a morir como travesti”, respira conforme. Amira es solidaria, militante, trabajadora, divertida, atrevida, pero es, ante todo y contra todo, una travesti orgullosa. Lo aprendió en hermandad. Con las viejas y nuevas generaciones de travestis-trans. En la ruta sobreviviendo, trabajando, en las calles peleando por la igualdad ante la ley y la vida. Los golpes, la discriminación y el odio que se reproducen en los distintos ámbitos de su vida cotidiana, no la doblegaron. Se sabe víctima de esta sociedad heteronormativa y patriarcal pero no se doblega, no se detiene, pelea su identidad y la de colectivo y se prepara para una nueva etapa de lucha y resistencia con el plan que prepara el ultraderechista Javier Milei.
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Cómo conseguir chicas
2 de diciembre de 2023, por No somos una hermandad — Géneros y Sexualidades, Feminismo, Aborto legal, seguro y gratuito, Javier Milei, Newsletter , #NoSomosUnaHermandad, Géneros y Sexualidades, Feminismo, Aborto legal, seguro y gratuito, Javier Milei, Newsletter , #NoSomosUnaHermandadPasivización y después. 25N, la primera protesta contra el gobierno de Milei. Volver a la calle, el lugar del movimiento feminista. Libertad, igualdad y amistad. Robots, porristas y poetas.
El 25 de noviembre hubo movilizaciones en diferentes ciudades del mundo porque es el Día de lucha contra la violencia hacia las mujeres. En Argentina, la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto y diversas organizaciones feministas, sociales, sindicales, estudiantiles y políticas convocaron la primera protesta desde el triunfo de La Libertad Avanza en el balotaje. La llegada de Javier Milei y los “libertarios” (más bien una combinación de ultraliberales y nuevas derechas) provocó un terremoto de magnitud todavía incalculable.
El desembarco de Milei y su hoy vice Victoria Villarruel en el Congreso en 2021 ya había producido cimbronazos y debates. Un elemento destacado desde ese momento fue la reacción patriarcal, uno de los alimentos de las nuevas derechas, y la agitación de una falsa identidad entre el empeoramiento de las condiciones de vida de la mayoría con la implementación de políticas contra la desigualdad (marginales en los presupuestos pero vistosas en las agendas de gobierno).
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Frente a la reacción, la política de pasivización alentada desde el oficialismo debilitó respuestas potencialmente necesarias (ninguna victoria es permanente). Así lo explicaba la diputada del Frente de Izquierda Myriam Bregman en una conversación con Ingrid Beck en 2021: “Se utilizó la conquista del derecho al aborto para lo contrario de lo que esperábamos quienes venimos luchando por los derechos de las mujeres y de la diversidad: que fuese un piso. Se intentó plantear como que con eso ya estaba, con crear un ministerio ya está, con crear una secretaría ya está.... “Ya tienen el derecho al aborto y no molesten más”.
El “ya está” se tradujo también en el silenciamiento de críticas a las políticas oficiales “porque es funcional a la derecha”. No actuó exclusivamente sobre el movimiento feminista. Pedro Perucca apunta algo similar alrededor del movimiento obrero en Jacobin cuando habla de la “desmovilización por la que apostaron las principales coaliciones políticas y sus contrapartes gremiales a partir de 2018, despolitizando el conflicto, desincentivando la lucha callejera y apostando a la negociación gremial por sectores, lo que, al decir de Adrián Piva, ‘desarmó a los trabajadores frente a la movilización política de derecha' y limitó ‘las posibilidades de articulación del descontento a través de la protesta', dejando un fértil campo de acción para la derecha”.
El resultado electoral empieza a traer a la superficie algunos debates para los que nunca parecía ser el momento, como la independencia política o la utilización de discursos feministas como legitimación de ajustes o medidas que privilegian los intereses de una minoría. El nuevo gobierno augura ataques sobre derechos que conquistamos y no hay voto ni discurso capaces de frenarlos, las únicas garantías están en la calle y en las alianzas con sectores que comparten la preocupación y la bronca. No tenemos la obligación de acompañar variantes menos malas para defender nuestros derechos y no está escrito en ninguna parte que la lucha contra la opresión necesite tutela estatal o estar en armonía con los intereses de coaliciones oportunamente oficialistas u opositoras, que no tocan los pilares esenciales de la desigualdad. Un gobierno puede atender en mayor o menor medida una demanda, pero eso no equivale a que el movimiento feminista avance o retroceda porque un partido gane las elecciones.
Todavía hay muchos interrogantes abiertos. El gobierno de Milei y Villarruel asume el 10 de diciembre sin mayoría parlamentaria y un gabinete que aún no se conoce. Sus promesas son suficientes para encender las alarmas pero no para aceptar ninguna derrota, no es momento de bajar la voz y mucho menos de agachar la cabeza.
Libertad, igualdad y amistad
Laura F. Belli y Danila Suárez Tomé publicaron Filosofía de la amistad. Experiencia, sentido y valor de nuestro vínculo más libre (Penguin Random House). El libro reúne en dos grandes apartados reflexiones filosóficas a lo largo de la historia y discusiones actuales sobre la amistad.
Banalizada o desplazada por otras relaciones interpersonales, la amistad no suele ser centro de reflexiones o debates, aun cuando es el vínculo que más transformaciones acompaña en nuestra vida y más se transforma. A diferencia del ideal del amor romántico, que detenta una supuesta superioridad e irremplazabilidad, los vínculos de amistad conviven con otros sin necesidad de ser únicos o idénticos. Y beneficia a las personas comprometidas en el vínculo sin cumplir otras funciones como el sostener el orden social o garantizar la reproducción social (como el amor romántico).
Las mujeres fuimos doblemente excluidas de la amistad: no podemos ser amigas con los hombres ni entre nosotras. “Las características de igualdad -reconocimiento de la singularidad y autonomía-, libertad y reciprocidad son casi omnipresentes en las formulaciones más tradicionales del concepto filosófico de la amistad. Pero estas características no han sido pensadas jamás como propiedades de las mujeres”; así lo explican las autoras. No por nada el movimiento feminista sumó a sus objetivos desafiar el prejuicio de que las mujeres no pueden ser amigas y además “enfatizó el hecho de que las mujeres deben generar entre sí lazos de ‘amistad política' para combatir al sistema patriarcal”, un poco así nace la idea de la sororidad (que no significa que todas las mujeres somos amigas, es un #esmáscomplejo, no somos una hermandad).
El libro habla de muchas más cosas, como la amistad más allá de lo humano y las nuevas preguntas que surgen de las relaciones mediadas por la tecnología. Pero lo que más me gustó es la idea de que pensar la amistad también es pensar la igualdad y la desigualdad, la libertad o la búsqueda de una vida plena y la felicidad.
Sueños de robot, cómo conseguir chicas y lxs poetas
En la segunda parte de Filosofía de la amistad aparecen algunas preguntas sobre inteligencia artificial (IA) y vínculos mediados por la tecnología. Este tipo de vínculos son visitados en The Artifice Girl (Franklin Ritch) que cuenta la historia de Cherry, un modelo de IA desarrollado para perseguir pedófilos en internet. La película explora preguntas que circulan desde que Isaac Asimov pensó las leyes de la robótica, pero también indaga en nuevos territorios cuando Cherry empieza a pintar y escribir poesía por su cuenta y a hacerse preguntas sobre su propósito, ¿qué pasaría si ya no quisiera ir en esa dirección? ¿Puede brindar su consentimiento, deben pedírselo? ¿Por qué debería “existir” para siempre, puede decidir cuándo termina su vida?
Bottoms (ahora en Prime y por ahí) es una película de Emma Seligman (quizás la conozcas de Shiva Baby y si no, recomiendo). PJ y Josie (Rachel Sennot de Shiva Baby y Ayo Edebiri de The Bear) están en último año de la secundaria y la más audaz de estas amigas decreta que este será su año, van a conquistar a las chicas lindas de la escuela, Isabel (porrista y novia del héroe deportivo) y Brittany, su mejor amiga. Supercool o Booksmart sirven de guía para dar una idea de por dónde va Bottoms. Si hubiera que definirla, diría que es una especie de comedia negra dentro del género de películas de secundaria, con dos lesbianas como protagonistas, cuya aventura no está adornada con nada, solo quieren conseguir chicas. Entre las cosas que más me gustaron está la búsqueda de transgredir la corrección política, de incomodar (no como excusa para lo rancio), de reírse de discursos feministas apropiados por empresas e instituciones, como el empoderamiento, y animarse al humor con temas serios. ¿Tiene algo de El club de la pelea? Puede ser, pero no es lo que te imaginás.
Me despido con poetas. Ben Bollig y Alejandra Crosta publicaron Joven poesía británica / Young British Poets (Espacio Hudson). Es la segunda edición, corregida y ampliada, de una selección de poetas de Gran Bretaña que podés leer en inglés y castellano. Uno de los primeros poemas es de Anthony Anaxagorou y se llama “Uber”, una marca de época inconfundible, que narra un incidente el día del referéndum sobre el Brexit. No es que el poema hable de política (otros sí como “Si hablo del paraíso” de Roger Robinson que habla de revolucionarios y de independencia, “y si hablo de la independencia / hablo del Paraíso”), pero sí de lo que piensan, hablan y sienten las personas. No todo es política, también la podés encontrar en la poesía.
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A su respuesta al VIH le falta cura
1ro de diciembre de 2023, por Tribuna Abierta — Géneros y Sexualidades, Sociedad, Salud, Sexualidad, Córdoba, Opinión, VIH, Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Las Hepatitis Virales, La Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) , Géneros y Sexualidades, Sociedad, Salud, Sexualidad, Córdoba, Opinión, VIH, Ley Nacional de Respuesta Integral al VIH, Las Hepatitis Virales, La Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual (ITS)Este 1 de diciembre se conmemora un nuevo día internacional de respuesta al VIH. A 40 años de democracia y 40 años de VIH a nivel mundial, las personas con VIH venimos conquistando derechos y visibilización pero ¿y la cura? ¿y el fin del estigma y discriminación? El autor de la nota es activista marica con VIH de Córdoba y parte de la construcción y militancia de la ley 27675.
“Que las comunidades lideren” es el lema elegido por Onusida para este 1 de diciembre. En un contexto donde las comunidades lejos estamos de formar parte de las políticas públicas que se implementen. Con un gobierno de ultraderecha que ya votó contra nuestros derechos y vuelve a degradar el ministerio de salud, ¿que perspectiva tenemos las personas con VIH y nuestras luchas?
Llegamos a un nuevo 1 de diciembre donde nuestros cuerpos con VIH entran en la arena pública con mucha visibilización que, con el paso del tiempo, se vuelve a silenciar y quedar en la invisibilización a la que nos deja el Estado, los gobiernos y distintos medios de comunicación hegemónicos. Hoy, como sucede el resto del año, las campañas y políticas se centran en la prevención de nuevas transmisiones.
Preservativos peneanos y testeos se contagian a lo largo del país. “Cuidate”, “mejor saber”, “usá forro” se repiten en un boca en boca. Políticas correctas pero insuficientes ante una situación donde las personas con VIH existimos y resistimos, pese a campañas poco empáticas hacia nuestras realidades. Las representaciones e imaginarios sociales sobre el VIH y las ITS se quedaron en el tiempo: con una relación cuasi directa entre VIH-sida-muerte, con el terror que nos deja como potenciales “contagiadores seriales” mediante el cual se sigue criminalizando nuestras vivencias, así como la asociación entre VIH con quienes forman “poblaciones claves” que reproduce los mismos estigmas de “peste rosa” actualizados, olvidándose que cualquier persona puede vivir con VIH independientemente de su orientación sexual, identidad y prácticas.
Hace más de un año, un 30 de junio de 2022, conquistamos nuestra ley 27.675. A partir de un proyecto construido y militado por las redes y organizaciones de personas con VIH y Hepatitis de todo el país. Hoy tenemos una nueva ley nacional de respuesta integral al VIH, las Hepatitis Virales, otras ITS y la Tuberculosis que la conquistamos nosotrxs. Una ley que contempla nuestros derechos como derechos humanos contemplando también el acceso a la salud integral con el acceso a trabajo, alimentación, salud mental, entre muchos otros puntos y cuenta con perspectiva de género. Una ley de avanzada que aún seguimos exigiendo su implementación real e integral en todo el territorio nacional.
Algo se avanzó, sobre todo en la implementación de pensiones no contributivas (muchas aún no otorgadas) para personas con VIH o Hepatitis en situación de vulnerabilidad, así como el acceso a un régimen previsional especial o jubilación anticipada por los efectos del envejecimiento prematuro debido a los tratamientos que utilizaron “experimentando” sobre cuerpos con VIH. También se comenzó a reunir la comisión de respuesta a estas infecciones con participación de la sociedad civil.
La perspectiva de salud integral de la ley busca transformar el modo en que se aborda la temática que estaba centrada en aspectos puramente biomédicos: prevenir con preservativos o, en el mejor de los casos, con estrategias de prevención combinada; testeos y acceso a diagnóstico oportuno; acceso a tratamientos antirretrovirales y controles periódicos. Estos aspectos necesarios y urgentes se suman en la ley a la prohibición de testeos de VIH en los pre ocupacionales (que aún siguen llegando denuncias de este tipo de prácticas que se replican), las mencionadas pensiones y jubilaciones ante la falta de acceso a un trabajo, el acceso a la salud mental y políticas concretas contra el estigma y la discriminación.
Así, con la ley se entiende que vivir con VIH no es solo tomar unas pastillas por día y hacerse controles periódicos. Hoy sigue siendo difícil el develar nuestras serologías, decir abiertamente que vivimos con VIH, cuando nos encontramos de frente con rechazos, mitos, desinformación, estigmas y formas de discriminación. Especialmente cuando buscamos ser cuerpos deseados y vivir libremente nuestras sexualidades.
Una vez más, se expresa que cierta igualdad ante la ley no implica igualdad ante la vida. Que la transformación social que buscamos y necesitamos aún no la vemos reflejada en nuestro día a día. Que las contradicciones estructurales del sanitarismo higienicista biomédico que nos cataloga como “enfermxs” e impide el acceso a un trabajo digno, condenándonos a la precarización laboral, no fue modificada. Como tampoco el estereotipo de belleza hegemónica que iguala cuerpos “sanos” a cuerpos deseables.
En este sentido, ¿cómo sigue la lucha de las personas con VIH? Bajo un gobierno de Milei donde se replica cierto miedo por la garantía del acceso a los tratamientos y se nos aparece como imposible que existan políticas contra el estigma y la discriminación, resurge la necesidad de organizarnos para defender lo conquistado. Tanto la ley 27.675 a la que Milei y LLA votó en contra, como el acceso a los mínimos derechos que hoy conquistamos.
Pero, no podemos defender nuestros derechos sin fortalecer las articulaciones y lucha en conjunto con otros sectores sociales, desde feminismos y disidencias sexuales, organismos de derechos humanos, movimientos sociales y territoriales, entre muchos otros. Por algo decimos que no hace falta vivir con VIH para luchar juntxs. Hoy estamos en mejores condiciones que en agosto de 2019 cuando salimos a luchar en distintas ciudades del país, bajo el gobierno de Macri, denunciando faltantes de antirretrovirales. Mejores condiciones por años de activismo, visibilización, lucha y empoderamiento colectivo, así como por las articulaciones que venimos desarrollando principalmente en grandes ciudades.
Pero nuestras fuerzas son aún muy débiles sin la interseccionalidad que debe impregnar nuestras luchas para que la respuesta al VIH sea realmente colectiva. Solo la organización en conjunto con los sectores que salgan a enfrentar el ajuste y los ataques que vendrán bajo el gobierno de Milei estaremos en mejores condiciones no solo de defender lo conquistado, sino también plantear algunos puntos estratégicos importantes en las luchas de las comunidades con VIH.
Puntos tales la producción pública nacional de tratamientos antirretrovirales bajo gestión de trabajadoras y trabajadores en conjunto con organizaciones de la sociedad civil con trabajo en VIH, algo necesario contra el mercado de las patentes que genera más lucro para los grandes laboratorios farmacológicos; así como que exista financiamiento de fomento de investigaciones para la cura biomédica del VIH, una cura que llegue a todas las personas seropositivas cansadas de tomar pastillas diarias. Pero también conquistar una nueva sociedad donde no sigan existiendo divisiones en función de serologías. Una sociedad donde podamos vivir libremente sin importar el diagnóstico de unx otrx, sino entender a los cuidados en las prácticas sexuales colectivamente.
Esto y muchos otros puntos que pueden surgir a partir de la organización colectiva, sólo la podremos conquistar si cambiamos la lógica de tantos años de activismo y militancia que se vio reducida solamente a una mesa chica con instituciones y organismos del Estado para recuperar ese lugar que nos vio surgir en las primeras movilizaciones de personas seropositivas: las plazas, las calles y todo el espacio público invitando a luchar juntxs a quienes no viven con VIH en su cuerpo pero entienden también la necesidad de la respuesta colectiva. Sin dejar de levantar nuestras banderas vihchosas, teniendo siempre presentes a lxs pares y compañerxs que murieron como consecuencia de un sida avanzado y gritando juntxs: hasta la cura siempre!