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Organicemos la fuerza de las escuelas contra los ataques de Milei a las mujeres y diversidades
11 de febrero, por Del 1F al 8M — Géneros y Sexualidades, Educación, Ciudad de Buenos Aires, Corriente Nacional 9 de Abril, Trabajadoras y trabajadores de la educación, Bloque1 A4 3, Comunidad educativa, Agrupación de mujeres Pan y Rosas, Resistencia al ajuste, Géneros y Sexualidades, Educación, Ciudad de Buenos Aires, Corriente Nacional 9 de Abril, Trabajadoras y trabajadores de la educación, Bloque1 A4 3, Comunidad educativa, Agrupación de mujeres Pan y Rosas, Resistencia al ajusteCon la enorme movilización del 1 de febrero, el movimiento de mujeres y diversidades le demostró a Milei que están dispuestas a enfrentar los ataques, junto a sectores en lucha. Las docentes, somos una enorme mayoría de compañeras en las escuelas, podemos organizarnos con las estudiantes y las familias, para volver a ganar las calles este 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, como parte de un plan de lucha. En el Encuentro Nacional del 22/2 de la Agrupación 9 de Abril, tenemos que discutir iniciativas para llenar las calles contra el gobierno.
¿Qué hay detrás de los ataques de Milei contra las mujeres, el colectivo lgtbiqnb+ y la ESI?
El discurso de Davos, las declaraciones y amenazas de Cúneo Libarona y Adorni, fueron parte de los ataques que viene haciendo el gobierno nacional, los cuales se suman a las medidas tomadas por Jorge Macri en la CABA de cómo eliminar los materiales de la Educación Sexual Integral (ESI), del sitio web.
Te puede interesar: Andrea D'Atri cruzó a Jorge Macri por dar de baja las publicaciones oficiales de ESI
La ultra derecha reforzó su discurso de odio, pero plagado de mentiras y fake news en particular contra la comunidad travesti trans, para estigmatizar, culpabilizar, criminalizar y promover el odio contra los sectores más vulnerados.
Este ataque no se puede separar de su plan motosierra a la salud y educación, está profundamente ligada a una ofensiva que pretende imponer condiciones más desfavorables para las y los trabajadores. Ahora quieren imponer la idea de que nuestros derechos son privilegios y con ese argumento hacer aún más recortes. Sin esperar a las centrales sindicales se gestó desde abajo la masiva movilización del 1F.
Te puede interesar: Milei antigénero: ideología liberticida en nombre de la Libertad
Comenzaba 2025 y la Secretaría de Educación de la Nación daba de baja del portal educativo Educ.ar materiales vinculados a la Educación Sexual Integral, como la canción del grupo musical Canticuénticos “Hay secretos”, que las docentes usamos mucho en las escuelas, para prevenir situación de ASI (Abuso Sexual Infantil), en las infancias y el repudio de la docencia fue generalizado.
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Luego de las denuncias por censura, tuvieron que dar marcha atrás con la medida. La semana pasada, en el Boletín Oficial notificaron que lo transforman en “S.A.” abriendo el camino a la privatización. También buscan prohibir diversas obras de literatura entre las que se encuentra “Cometierra” de Dolores Reyes.
Te puede interesar: Cruzada contra Cometierra: un ataque del gobierno y los antiderechos a la ESI
De la docencia del país, el 72% somos mujeres, en su mayoría “sostén de familia”, que con un cargo no llegan a cubrir la canasta familiar y avanza la sobrecarga laboral desde hace muchos años. Sin embargo, fuimos atacadas por los distintos gobiernos y por sus dirigentes. Desde Cristina Fernández de Kirchner que ha dicho públicamente que, “trabajamos 4 horas y tenemos 3 meses de vacaciones”, Massa proclamando que se nos “acabó la joda de que reclamamos por cualquier cosa” apoyando la falsa esencialidad que quiere declarar Milei y sus gobernadores. Juan Grabois, ex precandidato de Unión por la Patria y representante del vaticano en la Argentina, también arremetió contra nosotras diciendo: “No podés tomarte el palo cuando se te cantan las pelotas” o “abusar del estatuto para inventar licencias” (el amigo del papa que hoy se llena la boca hablando de los derechos de la comunidad LGTB, pero representa a una institución reaccionaria y retrógrada que fue parte del lobby contra el derecho al aborto, los derechos de la diversidad sexual y responsables también de la dictadura cívico militar y eclesiástica). Milei por su parte nos ha tratado en infinidad de oportunidades de adoctrinadores por hablar de la dictadura argentina y los 30000 detenidos desaparecidos, y por defender la ESI. Bajo su promesa de esencialidad busca convertir las escuelas en depósitos de niñeces y adolescencias.
Peleamos por mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, sin sobrecarga laboral y a la par cuestionamos el modelo educativo a merced de empresarios.
En las escuelas y en las calles: no partimos de cero, fuerzas hay
Las docentes y las estudiantes secundarias fuimos un actor importante en la lucha por la Ley de ESI; en las calles por NI UNA MENOS; por el aborto legal, seguro y gratuito, y el 1F estuvimos presentes en todas las marchas que se hicieron en el país. Es un punto de apoyo para reforzar la organización de la resistencia al gobierno de Milei y sus ataques.
Desde Pan y Rosas y nuestras agrupaciones docentes, junto a la docencia, sindicatos combativos como Ademys y las seccionales recuperadas, como Suteba La Matanza, Tigre, La Plata, Ensenada, SUTE, ATEN Capital, ANSAFE Rosario, hemos dado importantes batallas estos años, comenzando por ser pioneras en conformar en los sindicatos “comisiones de mujeres y género”, cuando en nuestros sindicatos no existían “secretarías” para denunciar la violencia machista, acompañando movilizaciones contra los femicidios, como el caso “Karen Arias” con docentes y estudiantes al frente, realizando acciones colectivas como “abrazos a las escuelas” cuando en 2018 sectores reaccionarios escracharon a las maestras que daban clases de ESI. En SUTE elaboramos un protocolo ante situaciones de ASI, importantes herramientas docentes, peleamos por las licencias ante situaciones de violencia de género, denunciamos también al gobierno de Alberto Fernández y gobernadores peronistas que fueron responsables del vaciamiento de programas y no solucionaron ninguno de los problemas estructurales que generan la opresión y desigualdad. Cuestionamos el artículo 5 de la Ley 26.150 (ESI), que abrió la puerta a las Iglesias y se negaban a que en muchas provincias se cumpla con el derecho de infancias y adolescencias, por eso más que nunca tenemos que pelear por: la separación de la Iglesia del Estado. En la CABA participamos durante el 2022 y 2023 en Ademys de la elaboración de una guía para el acompañamiento de infancias y adolescencias trans/travestis en las escuelas, buscando combatir la violencia que enfrentan en la sociedad y la escuela.
En la Provincia de Buenos Aires, la ministra de Mujeres y Diversidades, Estela Díaz (funcionaria y dirigenta de la CTA), fue la responsable de ponerle límites a las licencias por violencia y no atender integralmente la situación de mujeres víctimas.
Estos años sirvieron para identificar los problemas del llamado “feminismo institucional” que nos corrió de la calle y se adaptó al Estatismo que con discurso “feminista” siguió ajustando y precarizando.
Las feministas que tienen representación sindical y responden al peronismo, son las que no querían movilizar el 1F, no convocaron a ningún plan de lucha y desde el año pasado en asambleas como Suteba insisten que hay que “votar bien” en las elecciones parlamentarias y así, enfrentar al fascismo. ¿Quieren más diputados que luego se ponen la peluca? como en la Ley Bases y la última sesión en la cámara de diputados. No podemos depositar ninguna confianza en la rosca de casta. Junto a las referentas y docentes que organizamos nuestras escuelas, y peleamos hoy para que se exprese la mayor unidad en las calles para enfrentar de verdad los discursos de odio y el plan de ajuste de Milei. Nuestra compañera Myriam Bregman es una referenta de la lucha independiente y en las calles por nuestros derechos, y durante el verano realizamos en todo el país talleres de “feminismo socialista” porque peleamos por el pan y también por las rosas, sabemos que para lograr sacarnos las cadenas de la opresión y discriminación, nuestra pelea es contra el capitalismo. Hoy contamos con una nueva banca en la Legislatura porteña que lleva a nuestra compañera Andrea D´Atri como legisladora, una compañera que ha luchado desde el inicio como militante feminista y fundadora de nuestra agrupación “Pan y Rosas” y que hoy pone a disposición su banca de manera abierta y nos invita especialmente a la docencia y estudiantes a ser parte llevando nuestra voz y peleas a la Legislatura.
Hacia el 8M: que CTERA convoque a asambleas abiertas para que los guardapolvos junto a la comunidad ganemos las calles
Comienzan las clases y el malestar por el salario y las condiciones laborales se hacen sentir, junto al rechazo a los ataques a la ESI y los discursos de odio de Milei, CTERA y los sindicatos deben llamar a asambleas para que el 8M sea parte de un plan de lucha, con paros y movilizaciones para unir las fuerzas de la resistencia al gobierno del ajuste.
En el Encuentro Educativo Nacional queremos debatir y llevar a cada escuela propuestas para impulsar un NO INICIO por todas estas demandas, impulsar “comisiones en defensa de la ESI” abiertas a estudiantes y familias. Desde Pan y Rosas ponemos a disposición materiales y propuestas.
El 8 de marzo levantemos las banderas de la separación de la Iglesia del Estado, por la Educación Sexual Integral, laica, científica y con perspectiva de género, que rechace la avanzada machista para eliminar la figura de femicidio y defienda la lucha del hospital Bonaparte, y contra todos los despidos en las industrias.
Si tenes más propuestas, contactate para participar el 22 de febrero junto a Pan y Rosas y la Corriente Nacional 9 de Abril.
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Organicemos la fuerza de las escuelas contra los ataques de Milei a las mujeres y diversidad sexual
11 de febrero, por Del 1F al 8M — Géneros y Sexualidades, Educación, Ciudad de Buenos Aires, Corriente Nacional 9 de Abril, Trabajadoras y trabajadores de la educación, Comunidad educativa, Agrupación de mujeres Pan y Rosas, Resistencia al ajuste, Géneros y Sexualidades, Educación, Ciudad de Buenos Aires, Corriente Nacional 9 de Abril, Trabajadoras y trabajadores de la educación, Comunidad educativa, Agrupación de mujeres Pan y Rosas, Resistencia al ajusteCon la enorme movilización del 1 de febrero, el movimiento de mujeres y diversidades le demostró a Milei que están dispuestas a enfrentar los ataques, junto a sectores en lucha. Las docentes, somos una enorme mayoría de compañeras en las escuelas, podemos organizarnos con las estudiantes y las familias, para volver a ganar las calles este 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, como parte de un plan de lucha. En el Encuentro Nacional del 22/2 de la Agrupación 9 de Abril, tenemos que discutir iniciativas para llenar las calles contra el gobierno.
¿Qué hay detrás de los ataques de Milei contra las mujeres, el colectivo lgtbiqnb+ y la ESI?
El discurso de Davos, las declaraciones y amenazas de Cúneo Libarona y Adorni, fueron parte de los ataques que viene haciendo el gobierno nacional, los cuales se suman a las medidas tomadas por Jorge Macri en la CABA de cómo eliminar los materiales de la Educación Sexual Integral (ESI), del sitio web.
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Este ataque no se puede separar de su plan motosierra a la salud y educación, está profundamente ligada a una ofensiva que pretende imponer condiciones más desfavorables para las y los trabajadores. Ahora quieren imponer la idea de que nuestros derechos son privilegios y con ese argumento hacer aún más recortes. Sin esperar a las centrales sindicales se gestó desde abajo la masiva movilización del 1F.
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Comenzaba 2025 y la Secretaría de Educación de la Nación daba de baja del portal educativo Educ.ar materiales vinculados a la Educación Sexual Integral, como la canción del grupo musical Canticuénticos “Hay secretos”, que las docentes usamos mucho en las escuelas, para prevenir situación de ASI (Abuso Sexual Infantil), en las infancias y el repudio de la docencia fue generalizado.
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Luego de las denuncias por censura, tuvieron que dar marcha atrás con la medida. La semana pasada, en el Boletín Oficial notificaron que lo transforman en “S.A.” abriendo el camino a la privatización. También buscan prohibir diversas obras de literatura entre las que se encuentra “Cometierra” de Dolores Reyes.
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De la docencia del país, el 72% somos mujeres, en su mayoría “sostén de familia”, que con un cargo no llegamos a cubrir la canasta familiar y avanza la sobrecarga laboral desde hace muchos años. Sin embargo, fuimos atacadas por los distintos gobiernos y por sus dirigentes. Desde Cristina Fernández de Kirchner que ha dicho públicamente que, “trabajamos 4 horas y tenemos 3 meses de vacaciones”, Massa proclamando que se nos “acabó la joda, que reclamamos por cualquier cosa” apoyando la falsa esencialidad que quiere declarar Milei y sus gobernadores. Juan Grabois, ex precandidato de Unión por la Patria y representante del vaticano en la Argentina, también arremetió contra nosotras diciendo: “No podés tomarte el palo cuando se te cantan las pelotas” o “abusar del estatuto para inventar licencias” (el amigo del papa que hoy se llena la boca hablando de los derechos de la comunidad LGTB, pero representa a una institución reaccionaria y retrógrada que fue parte del lobby contra el derecho al aborto, los derechos de la diversidad sexual y responsables también de la dictadura cívico, militar y eclesiástica). Milei por su parte nos ha tratado en infinidad de oportunidades de adoctrinadores por hablar de la dictadura argentina y los 30000 detenidos desaparecidos, y por defender la ESI. Bajo su promesa de esencialidad busca convertir las escuelas en depósitos de niñeces y adolescencias.
Peleamos por mejores salarios, mejores condiciones de trabajo, sin sobrecarga laboral y a la par cuestionamos el modelo educativo a merced de empresarios.
En las escuelas y en las calles: no partimos de cero, fuerzas hay
Las docentes y las estudiantes secundarias fuimos un actor importante en la lucha por la Ley de ESI; en las calles por NI UNA MENOS; por el aborto legal, seguro y gratuito, y el 1F estuvimos presentes en todas las marchas que se hicieron en el país. Es un punto de apoyo para reforzar la organización de la resistencia al gobierno de Milei y sus ataques.
Desde Pan y Rosas y nuestras agrupaciones docentes, junto a la docencia, sindicatos combativos como Ademys y las seccionales recuperadas, como Suteba La Matanza, Tigre, La Plata, Ensenada, SUTE, ATEN Capital, ANSAFE Rosario, hemos dado importantes batallas estos años, comenzando por ser pioneras en conformar en los sindicatos “comisiones de mujeres y género”, cuando en nuestros sindicatos no existían “secretarías” para denunciar la violencia machista, acompañando movilizaciones contra los femicidios, como el caso “Karen Arias” con docentes y estudiantes al frente, realizando acciones colectivas como “abrazos a las escuelas” cuando en 2018 sectores reaccionarios escracharon a las maestras que daban clases de ESI. En SUTE elaboramos un protocolo ante situaciones de ASI, importantes herramientas docentes, peleamos por las licencias ante situaciones de violencia de género, denunciamos también al gobierno de Alberto Fernández y gobernadores peronistas que fueron responsables del vaciamiento de programas y no solucionaron ninguno de los problemas estructurales que generan la opresión y desigualdad. Cuestionamos el artículo 5 de la Ley 26.150 (ESI), que abrió la puerta a las Iglesias y se negaban a que en muchas provincias se cumpla con el derecho de infancias y adolescencias, por eso más que nunca tenemos que pelear por: la separación de la Iglesia del Estado. En la CABA participamos durante el 2022 y 2023 en Ademys de la elaboración de una guía para el acompañamiento de infancias y adolescencias trans/travestis en las escuelas, buscando combatir la violencia que enfrentan en la sociedad y la escuela.
En la Provincia de Buenos Aires, la ministra de Mujeres y Diversidades, Estela Díaz (funcionaria y dirigenta de la CTA), fue la responsable de ponerle límites a las licencias por violencia y no atender integralmente la situación de mujeres víctimas.
Estos años sirvieron para identificar los problemas del llamado “feminismo institucional” que nos corrió de la calle y se adaptó al Estatismo que con discurso “feminista” siguió ajustando y precarizando.
Las feministas que tienen representación sindical y responden al peronismo, son las que no querían movilizar el 1F, no convocaron a ningún plan de lucha y desde el año pasado en asambleas como Suteba insisten que hay que “votar bien” en las elecciones parlamentarias y así, enfrentar al fascismo. ¿Quieren más diputados que luego se ponen la peluca? como en la Ley Bases y la última sesión en la cámara de diputados. No podemos depositar ninguna confianza en la rosca de casta. Junto a las referentas y docentes que organizamos nuestras escuelas, y peleamos hoy para que se exprese la mayor unidad en las calles para enfrentar de verdad los discursos de odio y el plan de ajuste de Milei. Nuestra compañera Myriam Bregman es una referenta de la lucha independiente y en las calles por nuestros derechos, y durante el verano realizamos en todo el país talleres de “feminismo socialista” porque peleamos por el pan y también por las rosas, sabemos que para lograr sacarnos las cadenas de la opresión y discriminación, nuestra pelea es contra el capitalismo. Hoy contamos con una nueva banca en la Legislatura porteña que lleva a nuestra compañera Andrea D´Atri como legisladora, una compañera que ha luchado desde el inicio como militante feminista y fundadora de nuestra agrupación “Pan y Rosas” y que hoy pone a disposición su banca de manera abierta y nos invita especialmente a la docencia y estudiantes a ser parte llevando nuestra voz y peleas a la Legislatura.
Hacia el 8M: que CTERA convoque a asambleas abiertas para que los guardapolvos junto a la comunidad ganemos las calles
Comienzan las clases y el malestar por el salario y las condiciones laborales se hacen sentir, junto al rechazo a los ataques a la ESI y los discursos de odio de Milei, CTERA y los sindicatos deben llamar a asambleas para que el 8M sea parte de un plan de lucha, con paros y movilizaciones para unir las fuerzas de la resistencia al gobierno del ajuste.
En el Encuentro Educativo Nacional queremos debatir y llevar a cada escuela propuestas para impulsar un NO INICIO por todas estas demandas, impulsar “comisiones en defensa de la ESI” abiertas a estudiantes y familias. Desde Pan y Rosas ponemos a disposición materiales y propuestas.
El 8 de marzo levantemos las banderas de la separación de la Iglesia del Estado, por la Educación Sexual Integral, laica, científica y con perspectiva de género, que rechace la avanzada machista para eliminar la figura de femicidio y defienda la lucha del hospital Bonaparte, y contra todos los despidos en las industrias.
Si tenes más propuestas, contactate para participar el 22 de febrero junto a Pan y Rosas y la Corriente Nacional 9 de Abril.
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Reventamos las calles: ¿cómo preparamos el 8M en la Asamblea LGTTNBBIQ+?
10 de febrero, por Parque Lezama-CABA — Géneros y Sexualidades, Ciudad de Buenos Aires, Pan y Rosas, #8M, #Rumbo al 8M, LGBTIQ+, Géneros y Sexualidades, Ciudad de Buenos Aires, Pan y Rosas, #8M, #Rumbo al 8M, LGBTIQ+Más de 500 personas se autoconvocaron en la glorieta del Parque Lezama para definir los pasos a seguir, después de llenar las calles en todo el país. Participaron activistas y organizaciones de la diversidad sexual como la columna drag, la columna mostri, 100% Diversidad, trabajadores del hospital Bonaparte y Sitios de Memoria, agrupaciones de la izquierda, Frente de izquierda Unidad y algunas de Unión por la patria.
Más de 500 personas se autoconvocaron en la glorieta del Parque Lezama para definir los pasos a seguir, después de llenar las calles en todo el país. Participaron activistas y organizaciones de la diversidad sexual como la columna drag, la columna mostri, 100% Diversidad, trabajadores del hospital Bonaparte y Sitios de Memoria, agrupaciones de la izquierda, Frente de izquierda Unidad y algunas de Unión por la patria.
En las comisiones se compartieron experiencias y reflexiones alrededor de la gran movilización federal del sábado pasado dónde el movimiento LGTBIQ+ estuvo al frente de responder a la discriminación organizada como política de Estado e interpeló a muchos sectores de la sociedad que movilizaron en contra de todas las medidas del gobierno de Milei. También se compartieron distintas visiones sobre cómo continuar la organización y seguir movilizados. Se coincidió en que se está gestando algo nuevo, que es en la calle donde hay que estar y que hay que profundizar la unidad con otros sectores como jubilados y hospital Bonaparte.
Algunas de las conclusiones de las comisiones antirracista y travesti trans no binarie son: acción en función de los incendios forestales, laboratorio que estudie los crímenes de odio y los discursos, visibilizar la lucha intersex, la reparación histórica de las comunidades, el reconocimiento al racismo ambiental, marcha plurinacional el próximo jueves y el 7 de marzo, entre otras.
Una vez más, no somos una minoría
Después de su primera derrota política, Milei continuó ratificando los discursos de odio, generando más fake news sobre La ley de Identidad de Género y la atención a las infancias trans para seguir desfinanciando la salud pública a través del decreto anunciado por el vocero Adorni. En la asamblea y las comisiones, se mostró mucha bronca y preocupación porque en los últimos días hubo un ataque a dos lesbianas en la vía pública en Recoleta, barrio de la Ciudad de Buenos Aires, el incendio al hogar de una familia en Cañuelas en un ataque lesboodiante. También, se repudió la política del gobierno nacional por los incendios en El Bolsón, que en el momento de la asamblea, como reflejó Tom Máscolo de Pan y Rosas, moría una docente a causa de los incendios. Brigadistas voluntarios, la solidaridad desde abajo de trabajadores, estudiantes, lugareños y voluntarios son los que están en la primera línea del combate contra los incendios que ya se encuentran cercanos a la ciudad. Los casos de gatillos fácil de las fuerzas represivas de Bullrich y Kicillof a Fernando Gómez, Bagayero de Orán; Rodrigo Torres, laburante, originario y pobre de Jujuy; y Matías Paredes, albañil de Mar del Plata confirman la intención de pasar el ajuste con bala y represión.
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Las mujeres que son la mitad de la sociedad y la diversidad sexual son parte del pueblo trabajador que está viviendo el brutal ajuste del gobierno. Lo que quieren lograr es la división buscando la responsabilidad de la crisis en quienes levantan la voz contra la opresión y discriminación. Milei no se sostiene sin la responsabilidad de la oposición como radicales y peronistas que le votan las leyes y le garantizan la gobernabilidad como se demostró esta misma semana con la media sanción a la suspensión de las PASO y la CGT que les da tregua. El gobierno; el FMI; Trump y los empresarios son, en definitiva, la única minoría como expresó acá Celeste Murillo.
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Ante toda la agenda reaccionaria de Milei, este 8M seamos miles en las calles de todo el país.
La asamblea del Parque Lezama votó las siguientes resoluciones:
- Preparar el 8M como una nueva gran movilización.
- Solidaridad con los incendios en el Bolsón e impulsar intervenciones.
- Participar del foro del hospital Bonaparte.
- Invitar a acompañar a los jubilados el 19/02.
- Nueva asamblea el 22/2 en el Sitio de Memoria Atlético.Con la movilización, el movimiento de mujeres y LGBTIQ+ logró instalar el repudio masivo desde la sociedad hacia los discursos de odio. Como dijo Tom Máscolo, es la primera vez que las travestis y trans encabezan una movilización tan masiva con estudiantes, trabajadores, sindicatos, organizaciones de DDHH y gente autoconvocada. Es un puntapié para canalizar todo el descontento del pueblo trabajador y unir todos los reclamos. Es necesario redoblar la apuesta en todo el país. Las centrales sindicales tienen que dejar los acuerdos y la pasividad que colabora con Milei. Hay que construir desde abajo en asambleas un gran #8M, el 1F y las peleas que se vienen dando, muestran que hay fuerzas para derrotarlos, es urgente un plan de lucha en el camino de una huelga general, que sepan quienes somos la mayoría.
Ahora que comienzan los cursos de verano en las universidades, en los terciarios, en cada lugar de trabajo, en los barrios es importante organizarse y prepararse para llenar las calles nuevamente, en unidad con las luchas de trabajadores que son parte de la resistencia a las políticas de este gobierno. Te invitamos a organizarte de cara a la próxima asamblea del 22/02 por esta perspectiva, junto a Pan y Rosas.
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Marcha del 1F en Tucumán: la pelea sigue en las calles
9 de febrero — Géneros y Sexualidades, Tucumán, LGTBI, Crímenes de odio, Géneros y Sexualidades, Tucumán, LGTBI, Crímenes de odioEl pasado 1° de febrero en Tucumán, al igual que en el resto del país, las calles se llenaron de colores, banderas, carteles y expresiones artísticas en protesta contra los dichos misóginos y homofóbicos de Javier Milei en Davos.
La movilización se llevó adelante a las 18hs en las calles del centro tucumano, donde no solo confluyeron activistas del movimiento de mujeres y el movimiento LGBTIQ+, sino que también se sumaron otros sectores que vienen siendo blanco de ataques de las políticas de ajuste del gobierno provincial y nacional, como lxs estudiantes, trabajadores y jubiladxs.
Diferentes medios de comunicación dan cuenta del número aproximado de personas que se sumaron a la convocatoria, estimando unas cinco mil o seis mil. Independientemente del número, la realidad es que lo se expresó en aquellas 7 cuadras que dividen a la Plaza Urquiza y la Plaza Independencia, es la bronca y organización de todos aquellos sectores que quieren ponerle un freno a los ataques del gobierno.
Una de las grandes columnas destacadas de la marcha fue la de la agrupación feminista socialista Pan y Rosas, del PTS en el Frente de Izquierda - Unidad, que congregó a cientas de mujeres, sectores de la diversidad y sectores de trabajadores bajo sus consignas que peleaban por la unidad de las luchas de todos los sectores atacados por el gobierno. Desde la misma organización, que tiene un alcance internacional además de nacional, se están llevando adelante charlas, debates, asambleas en todo el país para discutir de qué manera continuar con la pelea pasada esta movilización.
¿Hacia dónde avanza la libertad?
Como ya es de público conocimiento, hace unas semanas, el presidente Javier Milei se encontraba en el foro internacional de economía en Davos, donde eligió no hablar de sus supuestos “logros” económicos. En cambio, decidió que era un momento perfecto para hablar del fantasma del “wokismo” y la “ideología de género”, en el marco de la “batalla cultural” contra la izquierda y el progresismo. No contento con eso, estuvo más de veinte minutos despotricando contra conquistas históricas del movimiento feminista y de la diversidad, como la figura del “femicidio” en el Código Penal, el cupo laboral travesti-trans, entre otras. A esto se suma el habernos comparado a lxs homosexuales con pedófilos. Cabe destacar que, para cada una de estas declaraciones, Milei aseguró contar con “datos” que lo respaldan.
Pero, ¿cuáles son realmente los datos que acompañan el discurso de nuestro presidente? El dato de que en 2024 se cometieron 255 femicidios y que, en lo que va de 2025, se registra un femicidio cada 26 horas. El dato de que, antes de la legalización del aborto, en Argentina más de 3.000 mujeres murieron en abortos clandestinos. El dato de que las personas trans tienen un promedio de vida de entre 35 y 40 años debido a la marginalidad que enfrentan al no poder acceder a un trabajo formal. El dato de que el 89% de los casos de abuso sexual infantil son cometidos por varones heterosexuales en contextos familiares o cercanos.
Es evidente que a Javier Milei los datos no le interesan en lo más mínimo. Su objetivo no es analizar la realidad, sino construir un enemigo (las mujeres y la comunidad LGTBIQ+) y alimentar una supuesta batalla cultural que lo distraiga del fracaso de su plan económico de ajuste. Porque tal vez, subirse al Foro de Davos y admitir que, en el primer año de su gobierno, la pobreza aumentó un 11%, que la derogación de la Ley de Alquileres disparó los precios en un 213% o que las universidades públicas enfrentan un desfinanciamiento histórico no resultaba tan atractivo.
Para mala suerte del gobierno y su gabinete compuesto por gente igual de reaccionaria y anti-derechos como el presidente, el tiro les terminó saliendo por la culata. Internet se llenó de críticas y posteos en contra de los dichos del presidente, ola a la cual se sumaron muchos “influencers” incluso. La culminación de esa mezcla de bronca, rechazo y euforia llegó con la convocatoria a la ya conocida asamblea en Parque Lezama, a la cual asistieron más de cuatro mil personas y pusieron fecha para una marcha: el 1ro de febrero.
Es así como en diferentes puntos del país se comenzó a extender rápidamente la convocatoria y las ganas de organizarse. Aquí en Tucumán, por ejemplo, unos días antes de la marcha se llevó adelante una asamblea en Plaza Independencia donde se decidió replicar provincialmente la movilización convocada desde Buenos Aires.
La resistencia se construye desde abajo y en las calles
La movilización llenó las calles tucumanas de música, perfos artísticas y consignas en contra del gobierno. No se marchó solamente en contra de los discursos de odio, sino que también contra el ajuste y la precarización a la que somete el gobierno a la clase trabajadora y los sectores populares. Así también, se exigió justicia por los crímenes de odio, el cumplimiento de la ley de VIH y la ley de ESI, la correcta implementación del cupo laboral travesti-trans, entre otras demandas. En efecto, fue una marcha donde se expresó una parte de la resistencia.
Hablamos de “parte de la resistencia” porque, evidentemente, el sábado pasado faltó algo que hubiera sido clave para mostrar efectivamente el alcance de la lucha y la organización contra este gobierno: el sindicalismo conducido por el peronismo como la CGT. Para sorpresa de nadie a esta altura del partido, la principal central sindical del país decidió nuevamente seguir durmiendo la siesta. Con poca claridad desde un inicio en sus declaraciones, la CGT decidió adherir a la movilización, pero permitiendo que cada gremio eligiera su modo de participación. Se ve que su orientación colaboracionista sigue en pie. Sobre el plan de lucha y el paro general, se escuchan solamente grillos.
Podemos afirmar que la pasada marcha fue un claro mensaje político para el gobierno expresado por el movimiento de mujeres y la diversidad, pero también por lxs propixs trabajadores de nuestro país. La importancia de expresar dicho mensaje radicó principalmente en el hecho de que esos dichos fueron pronunciados no por un troll libertario más de twitter, sino por el propio presidente, lo cual avala que los discursos de odio se transformen potencialmente en actos de violencia. A su vez, la impotencia del gobierno hacia la situación podemos verla claramente desde el minuto uno en que pronunció su discurso en Davos. Impotencia que se replicó luego en sus tuits y en la última entrevista que realizó para La Nación+ donde nuevamente arremetió contra la comunidad LGBTIQ+.
Además de eso, podemos ver a la movilización como un puntapié para pensar cuáles son los posibles caminos a seguir. Lo que es claro y cierto es la necesidad de organizarse y pelear en unidad con todos los sectores que estén en lucha. Esa unidad es la que desde el Partido de los Trabajadores Socialistas buscamos construir, no así la “unidad” puramente electoral que proponen dirigentes del peronismo como Grabois que ya sabemos de sobra que sirven solamente para pavimentar el camino a nuevos fenómenos de derecha.
A la vez que es necesario pelear por la unidad de todos los sectores en lucha, es esencial continuar exigiendo a las centrales sindicales como la CGT y la CTA que dejen de dormir la siesta y convoquen a un paro general con un plan de lucha consecuente que culmine en una huelga general. Solo así podremos derrotar todos los planes de este gobierno reaccionario.
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Milei antigénero: ideología liberticida en nombre de la Libertad
9 de febrero, por Ideas de Izquierda — Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Edición Estado Español, Argentina, Homofobia, Davos , Edición Uruguay, Edición Venezuela, Javier Milei, Feminismos, Contrapunto 163 - 09/02/2025, Géneros y Sexualidades, LGTBIQ+, Edición Estado Español, Argentina, Homofobia, Davos , Edición Uruguay, Edición Venezuela, Javier Milei, Feminismos, Contrapunto 163 - 09/02/2025El discurso del presidente argentino en el Foro de Davos ya ha sido hiper analizado. Vitoreado por sus acólitos, Javier Milei tomó por sorpresa a la oposición-amiga que esperaba un autoelogio por los efímeros efectos de la baja inflacionaria, y no improperios homofóbicos que rebasaron el límite de su tolerancia republicana, en año electoral. Desde el peronismo, hubo quienes lo tildaron de “cortina de humo”: dijeron que habló de “cualquier cosa”, para distraer, a votantes nacionales y públicos extranjeros, de las malas perspectivas para la economía. A la izquierda de estas lecturas, hubo otras que insistimos en que estos discursos antigénero son la reacción al masivo fenómeno de los feminismos de la última década. También, sobre la estrecha relación que existe, aparentemente paradójica, entre tal ideología profundamente conservadora y la innovadora ofensiva ultraliberal recargada, en formato anarcocapitalista.
En una entrevista para The Review of Democracy [1], Judith Butler reflexiona sobre las nuevas derechas y señala, entre otras cuestiones, que estos movimientos son “inadvertidamente confesionales”, es decir que, en sus acusaciones contra la “ideología de género”, los feminismos o la población lgtbiq+, se encuentran pistas de aquello que ellos mismos se proponen [2]. Pone como ejemplo el clásico discurso que también oímos en boca de Milei y su círculo de pseudointelectuales, de que la “ideología de género” atenta contra los derechos individuales. Y, mientras siembran el pánico moral contra las feministas y la diversidad sexual con este discurso amenazante, avanzan precisamente en el recorte de derechos.
Estas nuevas derechas son un compilado de estas confesiones-contradicciones expuestas a cielo abierto: para preservar a las infancias de abusadores, pederastas y degenerados, prohíben la educación sexual integral; para garantizar la igualdad de derechos de las mujeres con los varones, limitan o directamente vacían y eliminan las políticas públicas destinadas a prevenir, erradicar y penalizar las distintas formas de violencia machista; en su cruzada contra la casta política que envileció la democracia, fortalecen sus aspectos e instituciones más autoritarios; contra el supuesto adoctrinamiento woke, propagan una manipulación feroz de la información, los discursos y las ideas mediante fake news, campañas de odio, el trolleo y acoso en redes sociales; en nombre de la Libertad, atacan las libertades. Como señalan las compiladoras de La reacción patriarcal,
… el rechazo al ‘género' –un concepto teórico-crítico feminista para analizar las relaciones de poder, pero que para el ecosistema reaccionario adquiere una dimensión espectral y maléfica– se declina en un lenguaje pseudodemocrático, que utiliza la libertad, la igualdad y la no discriminación como armas arrojadizas contra quienes históricamente les dieron significado, especialmente contra el feminismo, los movimientos de la diversidad sexo-genérica y sus aliados ‘progresistas' [3].
El caos semántico es tal, que las argumentaciones lógicas carecen de efectos y los debates se tornan imposibles [4].
En el origen fue la Iglesia
Vale la pena rastrear, como lo hace la feminista brasileña Sonia Corréa, el inicio de la cruzada contra la “ideología de género”, que se puede situar en 1995, cuando el Vaticano y Paraguay fueron los únicos dos Estados que presentaron reservas sobre el concepto extensamente utilizado en un documento preparatorio de la IVº Conferencia Mundial de la Mujer organizada por las Naciones Unidas en Beijing. Después de aquella primera advertencia, Dale O'Leary, periodista de la Asociación Médica Católica de Estados Unidos, publica La agenda de género: redefiniendo la igualdad, donde abona la idea conspirativa de que los feminismos –especialmente los latinoamericanos–, asociados al neo-marxismo (o marxismo cultural) pretenden abolir la naturaleza humana. [5]
No fue la única en sostener esta pseudoteoría paranoica. Hacia principios del siglo XXI, ya se había desarrollado una vasta producción teológica sobre la “ideología de género”, de cristianos católicos y evangélicos y también algunos sectores del judaísmo, en el que intervinieron hasta los papas Ratzinger y Bergoglio.
Los instituciones religiosas tienen un papel fundamental, aún actualmente, en la propagación de los discursos antigénero, antifeminismo, antiderechos. Esto incluye no solo a las jerarquías eclesiásticas, sino también a organizaciones laicas, universidades, medios de comunicación y asociaciones internacionales confesionales que establecen redes y lanzan campañas, como fue hace unos años la de #ConMisHijosNo. Solo por mencionar a la Iglesia católica, sabemos que cuenta con organizaciones que militan activamente las campañas contra la legalización del aborto y persiguen a quienes deciden abortar en aquellos países donde existe el derecho, entre otras. En Argentina, la Iglesia ejerce un fuerte poder sobre los funcionarios políticos, para impedir que se dicte educación sexual integral en las escuelas, tal como lo obliga la ley, mientras los escándalos por los casos de pederastia no le envidian ni repugnancia ni impunidad a los de los sacerdotes de otros países. Por otra parte, las iglesias cristianas evangélicas crecieron en influencia durante las últimas décadas en toda la región, con vínculos con la derecha republicana norteamericana e ingentes recursos económicos para apoyar candidatos en campañas electorales.
Eternos predicadores de la sumisión de las mujeres al varón, enemigos del placer y del deseo, las iglesias penetran en el Estado, especialmente en momentos de crisis, para garantizar la distribución de la asistencia, denunciar los índices de pobreza y, sobre todo, evitar los estallidos sociales. Mientras, en tiempos de paz social, siembran su cizaña antiderechos. Por eso, ahí donde el candidato Milei vio a Satán usurpando el trono de Roma, por Francisco el humilde papa que se preocupa por los pobres, Milei presidente se encontró con un jefe de Estado afable e inteligente que, como sabemos, fue un opositor acérrimo a la ley de matrimonio igualitario y a la legalización del aborto, cuando todavía presidía la iglesia argentina.
Ideología antigénero para la privatización de la vida
El Libro negro de la nueva izquierda, de Agustín Laje y Nicolás Márquez –actuales asesores ideológicos del gobierno de Milei–, se apoya en estas batallas culturales previas, pero aggiornado a los tiempos que corren de eclosión de los feminismos. En las primeras páginas, citan a von Mises extensamente:
Mientras el movimiento feminista se limite a igualar los derechos jurídicos de la mujer con los del hombre, a darle seguridad sobre las posibilidades legales y económicas de desenvolver sus facultades y de manifestarlas mediante actos que correspondan a sus gustos, a sus deseos y a su situación financiera, solo es una rama del gran movimiento liberal que encarna la idea de una evolución libre y tranquila. Si, al ir más allá de estas reivindicaciones, el movimiento feminista cree que debe combatir instituciones de la vida social con la esperanza de remover, por este medio, ciertas limitaciones que la naturaleza ha impuesto al destino humano, entonces ya es un hijo espiritual del socialismo. Porque es característica propia del socialismo buscar en las instituciones sociales las raíces de las condiciones dadas por la naturaleza, y por tanto sustraídas de la acción del hombre, y pretender, al reformarlas, reformar la naturaleza misma [6].
El estilo transgresor de Laje y Márquez –que no es propio, sino el producto de minuciosos estudios de mercado– acompaña, de este modo, los valores conservadores que quieren difundir: la naturaleza biológica del binarismo heterosexual, la familia tradicional como ámbito específico para la reproducción humana, el verticalismo patriarcal como forma de ordenamiento social básico, además del individualismo, el consumismo, el racismo y la supremacía masculina.
Viejas ideas para nuevos propósitos. Es que el orden capitalista ultraneoliberal, basado en la expoliación de los bienes comunes, la mercantilización extrema de la reproducción de la vida mediante la privatización de los servicios sociales y una explotación cada vez mayor y en condiciones ultraprecarias del trabajo asalariado necesita, consecuentemente, restaurar la familia como célula básica de la sociedad con su función económica de garantizar gran parte de la reproducción social de manera privada. De esta manera, el Estado capitalista se ve exento de asegurar el bienestar social o los derechos sociales y económicos de las personas.
Por eso, aunque parezca paradójico, a la innovadora ofensiva ultraliberal, la acompaña una ideología tan conservadora. De allí la hipótesis, largamente desarrollada por Verónica Gago y otres sobre la necesidad del neoliberalismo de deshacerse del progresismo, para aliarse con las fuerzas reaccionarias más conservadoras; ya que los feminismos populares, desestabilizando los valores patriarcales tradicionales, han mellado la acumulación capitalista.
Hay algunos debates al respecto. Uno es el que plantea la australiana Melinda Cooper, para quien el neoconservadurismo tiene un punto en común con el neoliberalismo llamado “progresista”. Este último, con su política conocida de ampliación de derechos, no ha hecho más que ampliar las formas de expresión sexual y de parentesco permitidas que no dejan de operar como un sustituto del Estado de Bienestar; además de considerar que la preservación de la riqueza en manos de los particulares, se consigue a través de la institución familiar [7]. De ahí que la autora considera fundamental, para la lucha anticapitalista, la confrontación con la idea de familia, normativa tradicional o diversa.
Sobrepasar los “bancos de cólera”
Lo novedoso, también, es que los discursos conservadores actuales no se apoyan en preceptos morales o doctrina religiosa, sino en el lenguaje de los derechos humanos. Señala Nuria Alabao que las ultraderechas relacionan los discursos feministas y proderechos con las élites de empresarios multimillonarios como Soros o Bill Gates, con las Naciones Unidas o las federaciones de organizaciones no gubernamentales que defienden derechos de la diversidad sexual. Mezclar confusamente elementos tan disímiles es algo bastante habitual en los discursos del presidente argentino, tal como lo hizo recientemente en el Foro Económico Mundial frente a un sorprendido auditorio de hombres acaudalados, que lejos están de ser adalides de la emancipación humana. En su cambalache reaccionario, Horacio Rodríguez Larreta o Cristina Kirchner son tan comunistas como Myriam Bregman.
Para Alabao, esta retórica permite a los ultraliberales presentarse como antielitistas, anticasta, “como defensores de la gente común que únicamente quiere sacar adelante a su familia; la gente normal oprimida por una clase dirigente liberal responsable de su falta de expectativas vitales o de su situación económica”. Mediante este artilugio, el feminismo termina fatalmente asociado con el individualismo, el ataque a las costumbres populares e incluso, a la injerencia foránea en las tradiciones nacionales más arraigadas.
Claro que hay que preguntarse por qué estos discursos inconsistentes y hasta disparatados parecieran despertar una ira contenida. Y allí hay infinidad de análisis e interpretaciones que no vienen al caso. Pero sí nos interesa subrayar aquello que dice Giuliano Da Empoli en su libro Los ingenieros del caos. El autor sostiene que, además de las causas económicas y sociales de la ira contemporánea, ésta emerge en el cruce de dos grandes tendencias: por un lado, del “debilitamiento de las organizaciones que tradicionalmente canalizan la revuelta popular, los ‘bancos de cólera' de Sloterdijk: la Iglesia y los partidos de masas” [8]. Y por otro lado, refiere a la aparición de nuevos medios diseñados para exacerbar las pasiones, como las redes sociales.
Sobre esto último hay extensa bibliografía. Pero especialmente lo primero, resulta muy sugestivo para iluminar el trasfondo de esta emergencia de discursos reaccionarios y odiantes en Argentina. Ya lo mencionaba también François Dubet, cuando señalaba que “ahora vemos una multiplicación de las luchas y las indignaciones. Evidentemente, este estallido se ve acentuado por la revolución de las tecnologías de la información y la comunicación, también por la desaparición de los filtros y las organizaciones que canalizan la acción colectiva [9].
La Iglesia y el peronismo tuvieron que hacer malabares, en la Argentina de comienzos del siglo XXI, para canalizar institucionalmente el estallido y evitar, con la colaboración de las viejas direcciones sindicales, que el proceso se ampliara y profundizara. Mucho ayudó la coyuntura de recuperación económica que en 2003-2004 acompañó los esfuerzos en este sentido del gobierno de Néstor Kirchner, con el aumento del precio de las commodities. Así y todo, les costó varios años recomponer las instituciones del régimen político, sacar a los movimientos sociales de la calle y restaurar el orden.
La masiva marcha del 1F, autoconvocada, que se autodenominó “antifascista y antirracista”, fue la primera respuesta que les agraviades por los discursos de odio, la discriminación y los atropellos del poder le dieron a la ultraderecha conservadora. Sin la convocatoria de la oposición política mayoritaria ni de la CGT, las ciudades de todo el país fueron tomadas por más de un millón de personas. La diversidad sexual en defensa de su derecho a la existencia logró reunir a las trabajadoras y trabajadores del Hospital Bonaparte en lucha, a los de los sitios de memoria amenazados por el vaciamiento y el cierre, a obreras y obreros que sufrieron despidos persecutorios en grandes empresas multinacionales como Shell, Pilkington y otras. ¿Será el indicio de que, en medio del estallido de las representaciones políticas mayoritarias, algo nuevo se está forjando en las luchas contra este gobierno, organizado desde abajo, asambleariamente y dispuesto a construir la unidad en las calles, con los que quieren defender en serio los derechos conquistados?
En todo caso, es la hipótesis que apostamos a convertir en hechos quienes no confiamos en que a la ultraderecha se la puede enfrentar de la mano de la Iglesia y con un gran frente político que incluya también a las otras derechas. [10] Y, por eso, apostamos a la construcción de una fuerza política de las resistencias de aquelles que se niegan a que su revuelta sea canalizada por perimidos “bancos de cólera”.
[1] "Judith Butler on the Anti-Gender Ideology Movement, Current Theories of Gender, and Their Ideas of Radical Democracy", RevDem, 13/5/2024
[2] María Alicia Gutiérrez y Alejandra Oberti señalan que, en América Latina, además del sintagma “ideología de género”, las ultraderechas instalaron también el de “memoria completa”, como “enunciados que operan con diferentes grados de extensión a nivel global, regional y/o nacional, apropiándose del lenguaje de derechos humanos”. Ver su estudio preliminar a Gutiérrez y Oberti, compiladoras (2024), Desafíos frente a los proyectos antigénero y negacionistas en América Latina y el Caribe, Buenos Aires, Editorial El Colectivo.
[3] Marta Cabezas Fernández y Cristina Vega Solís (2022), La reacción patriarcal. Neoliberalismo autoritario, politización, religión y nuevas derechas, Manresa, Bellaterra Edicions, p.13,14.
[4] Al margen, es por eso que no nos cansamos de repetir que aquellos medios de comunicación pluralistas que, aún bien intencionadamente, prestan sus micrófonos a estas voces, no consiguen mostrar “al rey desnudo” como pretenden, sino que terminan propagando sus discursos de odio, que nunca permiten la réplica.
[5] Ver Sonia Corréa, "Ideología de género. Una genealogía de la hidra", en Cabezas Fernández y Vega Solís (2022), op.cit.
[6] L. von Mises (2007), Socialismo, análisis económico y sociológico, Madrid, Unión Editorial, p. 107,108, citado en A. Laje y N. Márquez (2016), El libro negro de la nueva izquierda. Ideología de género o subversión cultural, Madrid, Unión Editorial, p.41.
[7] Las guerras de género se han globalizado y son impulsadas por un poderoso movimiento social, político y religioso de carácter transnacional. Con “guerras de género” hacemos referencia aquí a los conflictos políticos y culturales que están centrados en cuestiones de género y sexualidad –temas como los derechos sexuales y reproductivos, los derechos de las disidencias sexuales, la educación sexual o la violencia de género, entre otros–. Por supuesto, estas batallas no son meras cortinas de humo, sino que son inherentes a la lucha por el poder y a los intereses de los proyectos políticos que los impulsan que, en definitiva, son funcionales a una relegitimación de las jerarquías de clase, género y raza. M. Cooper (2023), Los valores de la familia. Entre el neoliberalismo y el nuevo social-conservadurismo, Madrid, Traficantes de Sueños.
[8] Giuliano da Empoli (2020), Los ingenieros del caos, Madrid, Oberón.
[9] F. Dubet (2023), El nuevo régimen de las desigualdades solitarias, Buenos Aires, Siglo XXI [el subrayado es de la autora]. Sobre este libro puede leerse la reseña crítica “François Dubet: desigualdades sociales y estrategia” de Andrea D'Atri.
[10] Ver A. D'Atri, "Feminismo socialista: contra la distopía ultraliberal y la utopía de reformar el capitalismo", Ideas de Izquierda, 7/7/2024.