Tras el incendio de un sector del Laboratorio Fresenius, la multinacional alemana pretende dejar en la calle a las trabajadoras, muchas de ellas jefas de hogar, madres solteras, embarazadas, etc., después de haberles ocasionado un sinfín de enfermedades laborales. Pero las trabajadoras siguen luchando por la reapertura de la planta y la reincorporación de todas a sus puestos: saben que la empresa tiene todos los recursos para afrontar los daños sin que sean ellas, sus familias y miles de pacientes renales quienes paguen las consecuencias.

Mientras el gobierno guiña el ojo a los empresarios para que sigan beneficiándose con nuestro trabajo, ellas alzan su voz para luchar por lo que les corresponde, y no están solas: en Capital Federal los trabajadores del Casino denunciaron entre otras cosas que 1 de cada 6 trabajadoras embarazadas sufrió un aborto espontáneo por las terribles condiciones laborales y frente a los ataques recibidos surgió en su apoyo surgió la Comisión de Madres de Trabajadores del Casino. En Mendoza, las trabajadoras del ajo también se pusieron de pie para pelear contra superexplotación que sufren a diario y en Grand Bourg, tras los injustos despidos en Dana Spicer, surgió la Comisión de Mujeres de Dana, con esposas y novias que apoyan la lucha de los trabajadores por su reincorporación.

-¿Porqué luchar por los derechos de las Mujeres Trabajadoras?

A diferencia de nuestros compañeros varones, las mujeres ganamos entre un 30% y un 40% menos por las mismas tareas. Tenemos una doble jornada laboral, en el trabajo y en la casa, y los turnos rotativos o trabajos nocturnos nos imponen grandes sufrimientos. Sin embargo, nadie garantiza guarderías totalmente gratuitas para nuestros hijos en nuestros lugares y horarios de trabajo.

Cuando vamos a una entrevista laboral vale más la "presencia" que nuestros conocimientos y experiencia y nos asignan puestos de menor calificación y trabajo más rutinario y repetitivo, entre otras cosas porque se cree que por ser mujeres no podemos hacer ciertos trabajos.

Si tenemos hijos no nos contratan, y si quedamos embarazadas, nos despiden, llevándonos muchas veces a ocultar su existencia para no perder el puesto. Y mientras se castiga a la mujer que elige o se ve obligada a interrumpir un embarazo no deseado, nadie condena a las empresas que, con agotadores ritmos y condiciones laborales, nos provocan abortos espontáneos y partos prematuros. No tenemos derecho a ser madres cuando lo deseamos y en las mejores condiciones: nos niegan las licencias, las guarderías gratuitas y un salario que nos permita cubrir la canasta familiar, entre tantas cosas.

Si Fresenius despide a las trabajadoras no es porque no pueda solventar los daños del incendio (-¡conocemos sus millonarias ganancias!), sino porque quiere terminar con la lucha de quienes encabezaron la pelea por nuestros derechos, poniendo en pie la única Comisión Interna integrada sólo por mujeres en la zona industrial más importante del país y llamado a organizarse y luchar por los derechos de las Mujeres Trabajadoras.

– ¡Las trabajadoras de Fresenius deben triunfar! Para que el hambre no quiebre su ejemplar pelea, han decidido impulsar un gran Fondo de Lucha y realizar un Festival el 2 de febrero en Esq. Las Heras y Brasil (Pacheco, Pcia. de Bs. As.) Tenemos que rodearlas de apoyo y solidaridad. -¡Si ellas ganan, estaremos en mejores condiciones para conquistar nuestros derechos!

-¡Ningún despido o suspensión en Fresenius!

– ¡POR LOS DERECHOS DE LAS MUJERES TRABAJADORAS!