El primer Villazo de marzo de 1974, que culmina con una gran victoria obrera, fue una de las experiencias más importantes que hicieron los trabajadores con el gobierno peronista. La burocracia de la UOM nacional sufre un gran golpe al perder el control de la seccional Villa Constitución, surgiendo una dirección obrera combativa, antiburocrática, políticamente de izquierda y no peronista, la Lista Marrón.
En aquella huelga las mujeres tuvieron un gran protagonismo como relata una luchadora de la época: “la participación nuestra, de las mujeres, fue a raíz de que la gente hizo la huelga, tomó la fábrica, quedaron todos dentro de la fábrica. Entonces las mujeres tuvieron, de una forma u otra, que apoyar a sus esposos; en primer lugar llevándole palabras de aliento, alcanzándole comida, todo el tiempo que estuvieron ahí, una vez que salieron de fábrica, siguiéndolo en la lucha, en el pequeño lugar donde se reunía la gente obrera (…) las mujeres luchamos todas de la misma manera. Cuando teníamos que salir a las cárceles, salíamos de madrugada, teníamos terror, íbamos en silencio en los colectivos, con miedo de que nos pararan, de que nos mataran y llegábamos a las cárceles y pasábamos lo peor para entrar, porque te manoseaban (…) Hubo dos momentos: en el ’74, la Lista Marrón se organiza para recuperar el sindicato. En Noviembre del ’74 lo recuperan.
Ya funcionaba la Comisión [de mujeres]. El 20 de marzo intervienen el Sindicato [de 1975] y automáticamente se inicia la toma de fábrica. Ahí se forma otro grupo de mujeres más amplio. (…) En el ’75, cuando toman la fábrica, los comités que funcionaban por barrio, lo hacían con la función de Comités de Ayuda. Ahí estaban las mujeres de todos los compañeros” (Mujer trabajadora: Reportajes en Revista Lucha de Clases, Nº 1, Año 1, 1997)
El 20 de marzo de 1975 se realiza el operativo represivo más importante de los últimos años. Su objetivo era desbaratar la organización popular lograda en Villa Constitución en torno al sindicato metalúrgico, el único a nivel nacional que no respondía a las directivas de la burocracia. Por aquellos días, Isabel y el “brujo” López Rega alentaban y organizaban el terrorismo paraestatal de la Triple A contra la vanguardia obrera.
La respuesta de los obreros a la ocupación militar de la ciudad y a la detención de sus dirigentes fue la huelga total de la UOM y otros gremios en solidaridad que durará 59 días, dando surgimiento a lo que se llamará el Segundo Villazo.
Los obreros, las mujeres, los jóvenes y todo Villa contra la intervención militar
El descabezamiento de los principales dirigentes no pudo desorganizar a los obreros. Por el contrario, dio lugar a un proceso de autoorganización que involucró a toda la comunidad alrededor de los trabajadores.
El mismo 20 de marzo se formó un Comité de Lucha constituido por dos delegados de cada una de las fábricas de la UOM y, posteriormente, se agregarían delegados de Villber al adherirse solidariamente los obreros de esta empresa al paro en Villa.
Este Comité publicaba varios Boletines de Huelga, organizaba equipos dedicados a la solidaridad, la propaganda y las guardias. La lucha también se daba en los barrios. Las comisiones vecinales eligieron responsables para reunirse con los integrantes del Comité de Lucha y encargarse de la recolección de dinero y víveres para los huelguistas.
Los trabajadores del transporte, de la fábrica CILSA, los de la Unión Ferroviaria y La Fraternidad, los empleados bancarios y docentes, la Federación Agraria de Arroyo Seco hicieron medidas de fuerza escalonadas reclamando la libertad de los dirigentes detenidos. La solidaridad se hizo sentir nacionalmente.
El 27 de marzo, a una semana de la ocupación de Acindar, la policía, por la noche, desalojó las plantas ocupadas, deteniendo a más de un centenar de obreros. Luego de eso se desarrolló una extraordinaria movilización que fue reprimida violentamente con el saldo de 2 muertos, decenas de heridos y presos.
Las fuerzas hostiles que atacaban a los obreros y al pueblo de Villa, lograron finalmente el objetivo de quebrar esta gesta. El 19 de mayo aparecería una solicitada firmada por el Comité de Lucha anunciando el levantamiento de la huelga, aunque con el compromiso de no bajar las banderas de lucha. La derrota había calado hondo, sus dirigentes y activistas pasarán años de cárcel y exilio, más de 30 de ellos fueron asesinados.
La comisión de mujeres
Una de la cosas que se destaca en esta huelga es la participación de las mujeres; mujeres de la familia de los trabajadores, trabajadoras de otros gremios, estudiantes y mujeres de otras ciudades.
Cuando la directiva del sindicato cae presa, son las mujeres -sus esposas, hermanas, suegras, madres- las que se ponen a la cabeza de sostener la huelga. Conforma la Comisión de Mujeres con el objetivo de mantener la huelga y tender lazos con todos los sectores para que colaboren con los trabajadores y sus familias. Las mujeres ya había hecho historia en el primer Villazo, por aquellos días podía leerse en carteles cercanos a la fábrica: “Mujeres el triunfo es de ustedes”.
Las mujeres, a partir de la organización de comités de lucha, fueron las encargadas de conseguir medicamentos y comida para sostener la huelga. Votando las resoluciones democráticamente, las esposas, madres y hermanas de los obreros en lucha cumplieron un rol imprescindible para sostener la huelga.
En palabras de una protagonista, militante del PST de la época: “los que estaban en la fábrica eran todos hombres, así que eso hacía que el rol de la mujer fuera desde afuera, no niego del alguna manera que no estuviera reflejado ese rol, pero sí creo que fue muy importante que se lograran reflejar su colaboración organizarse fue un sustento grande para la lucha, los niños colaboraban, se metían los volantes dentro de su ropa y trasladaban la información. Si hubo organización dentro de las mujeres, ese es mi recuerdo. Trabajábamos con las mujeres, nos reuníamos, hacíamos muchas actividades, también trasladaban volantes, etc. Si en algún momento se puso el acento en las tareas que parecen más propias de la mujer, yo no lo niego pero para mí era en el marco de la lucha.” (Entrevista a Adela manzana, julio de 2007).
Si bien la huelga fue dorratada, las mujeres de Villa serán un ejemplo de lucha para todas aquellas que unos meses después salieron a enfrentar el plan de Rodrigo en las huelgas de julio, y siguen siendo hoy un gran ejemplo.
“Todas las mujeres, trabajemos fuera de nuestra casa o no, debemos luchar (…). El ejemplo más grandioso lo dieron hace pocos meses las mujeres de Villa Constitución. ¡Imitémoslas! (…) formemos comisiones barriales de mujeres que unan su acción a la de los sindicatos, comisiones internas y cuerpos de delegados, participando de sus movilizaciones para exigir la solución de los problemas que nos afectan como mujeres”. (En Avanzada Socialista Nº 152 del 5/07/1975)
Finalizamos esta serie de notas que intentaron ser un aporte para dar a conocer la historia de las mujeres y sus luchas, en el último ascenso obrero de la historia de nuestro país. Tanto como ayer, seguimos hoy el camino de la lucha de las mujeres y las trabajadoras. En palabras de Rosa Luxemburgo, "por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres". |