Ayer por la tarde, participamos de la numerosa marcha organizada en Neuquén, al conmemorarse un nuevo día de lucha contra la violencia hacia las mujeres.

Nuestra columna fue la más destacada de la marcha. Colmamos el aire de manos violetas gigantes con consignas en contra de la violencia y una intervención artística en contra de la reforma del Código Civil y la injerencia de la Iglesia en el Estado. Fuimos decenas de compañeras estudiantes secundarias y universitarias, las que con nuestros cánticos denunciamos el pacto entre Cristina y el Vaticano, exigimos la legalización del aborto, las que denunciamos la impunidad con la que operan las redes de trata y prostitución en nuestra provincia; las que junto con nuestras compañeras trabajadoras, exigimos terminar con la precarización laboral y enfrentar el ajuste que nos quieren imponer.

Por eso marchamos. Para luchar en las calles junto a otras estudiantes y trabajadoras por nuestros derechos. Recorrimos las calles junto a las obreras textiles que siguen peleando por la reincorporación de Norma Brizuela, a las compañeras de la Asociación de Trabajadoras Domesticas , a las docentes y estatales que desde la Comisión de Mujeres ATEN y la Secretaria de Mujeres del Hospital Castro Rendón logramos impulsar una gran movilización contra la violencia hacia las mujeres. Hace mucho que en Neuquén lográbamos organizar actividades coordinadas y en la calle en fechas como ésta. Es la gran tarea que nos compete, el desafío de volver a poner en las calles nuestras demandas y exigencias en la provincia de Vaca Muerta.

Vacaciones? No gracias. Seguimos organizadas

Venimos desde hace un tiempo, juntándonos a leer primero el libro de Pan y Rosas, después debatiendo en nuestras escuelas y universidades. Hablamos y hablamos, sobre el hartazgo que nos produce ver a nuestras compañeras abandonar sus estudios por quedar embarazadas o por perder sus laburos (aunque sean siempre precarios). Hablamos de nuestra bronca por los códigos de vestimenta que nos quieren imponer los directivos en las escuelas. Hablamos de nuestra sexualidad, del placer y de los estereotipos que nos imponen para ser. Y también nos juntamos en el río y donde de, a pensar como organizarnos. Para muchas estudiantes ya termina el año pero para nosotras no. Seguimos organizadas, invitando a muchas otras compañeras a encontrarnos el 6 de diciembre en el estadio de Argentino Juniors con las mujeres de Pan y Rosas y del PTS de todo el país, para reivindicar un año en el que juntas dimos enormes batallas por nuestros derechos y queremos que vos seas parte!