¿Empoderar a las mujeres?
Mientras la presidenta dice que nadie desaparece, más de 600 madres buscan a sus hijas secuestradas por las redes de trata. Si no fuera por la impunidad que les conceden los funcionarios y las fuerzas represivas del Estado, estas redes no podrían actuar.
Las pobres son las que mueren por abortos clandestinos. Más de 300 cada año. Y si Cristina dijo que estaba en contra de la legalización cuando estaba “enfrentada” a Bergoglio y tenía mayoría automática en el Congreso ¿Qué se puede esperar ahora que se abraza con el Papa? Lo que está sucediendo: retiró algunos artículos del proyecto del nuevo Código Civil que le “molestaban” a la Iglesia. Una Santa Alianza del Vaticano, la UCR, el PRO, PJ Disidente, el FAP y el propio gobierno, contra los derechos de las mujeres.
No podemos elegir no ser madres. Pero si somos madres, tenemos que resignarnos a no ver nunca a nuestros hijos, trabajando en turnos rotativos, haciendo horas extras y sin fines de semana. Las grandes empresas “se la llevan en pala”, con el apoyo y la complicidad de la burocracia sindical (oficialista y opositora), pero lo hacen a costa de nuestras espaldas. Casi la mitad de las mujeres que trabajamos lo hacemos en condiciones de precarización.
Encuentros, desencuentros
Las mujeres lucharon por sus derechos estos diez años. Las obreras de la alimentación, las trabajadoras de la salud y las docentes protagonizaron luchas por el salario y las condiciones laborales. Las redes de trata sólo han liberado a algunas jóvenes cuando las madres y amigas de estas chicas se organizaron. Miles, en todo el país, nos movilizamos en la última década por el derecho al aborto. Enfrentando a la Iglesia oscurantista, juntamos miles de firmas en apoyo al proyecto de ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, mientras los diputados dejaron que caducara sin ser tratado.
¿Qué impide que esa fuerza se exprese en un movimiento de lucha en las calles por nuestros derechos? Los Encuentros Nacionales, reuniendo a miles de mujeres, podrían servir para poner en pie ese movimiento. Sin embargo, hay muchos intereses en contra.
Entre ellos los de la Iglesia. Nosotras respetamos la libertad de culto, pero rechazamos que la Iglesia como institución pretenda imponer su ideología, por eso exigimos que no participe como tal de los Encuentros. Nos piden consenso... ¡No se puede “consensuar” con la Iglesia que participó del golpe y encubre curas abusadores!
Las organizaciones afines al gobierno intentaron vaciar los Encuentros. El kirchnerismo mantuvo las expectativas de compañeras con promesas nunca cumplidas, mientras impidió a su bloque parlamentario que tratara los proyectos por el derecho al aborto. Años de espera, para ellas, que luego asistieron azoradas al abrazo de Cristina con el Papa. ¡El gobierno no quiere un movimiento de mujeres que luchen por sus derechos porque sería la mejor muestra de que “la compañera de género”, no es tan “compañera” cuando se trata de la vida de las mujeres más pobres!
El PCR que dirige la Comisión Organizadora marcha con la Sociedad Rural y la Federación Agraria, pero también pacta con el kirchnerismo, como con Gioja en San Juan -el que dio asueto en las escuelas para que se movilicen con la Iglesia contra el matrimonio igualitario!- el cambio de fecha del Encuentro Una arbitrariedad que denunciamos con decenas de organizaciones.
¿Qué tipo de Encuentros necesitamos? Desde Pan y Rosas peleamos porque se transformen en instancias para organizarnos masivamente y poder votar planes de lucha que continúen al regreso de los Encuentros, y para eso, tienen que ser democráticos, independientes de la Iglesia, del gobierno y los partidos de la oposición patronal. ¡En la calle, el trabajo, facultades, colegios, terciarios, las mujeres no podemos decidir sobre nuestras vidas! ¿Cómo puede ser que en un Encuentro de Mujeres tampoco podamos decidir?
Todas a la jornada
El sábado 15 de junio la Facultad de Medicina será el lugar para que cientos de mujeres nos encontremos. Te invitamos a participar e impulsar esta Jornada que tiene que ser antesala del Encuentro, convirtiéndose en el puntapié para poner en pie un movimiento de mujeres organizado democráticamente que luche en las calles por todas sus demandas.
En el resto del país está planteado organizar masivos Pre Encuentros regionales de Mujeres y todo tipo de actividades unitarias para ponernos de pie y salir a luchar. |