La medida de fuerza comenzó en el turno noche, en el sector “pastas”, y luego se extendió a toda la planta, con todos los trabajadores y trabajadoras acompañando el reclamo y apoyando la denuncia de una compañera de ese turno quien, además de ser hostigada por el supervisor del sector, era víctima de acoso sexual. Ante la denuncia de la trabajadora, Kraft decidió creerle al supervisor y sancionar a la compañera con tres días de suspensión.
La empresa y la burocracia con el acosador; el sindicalismo combativo junto a la compañera acosada
El sindicato, como siempre, la “asesoró” diciendo que se vaya tranquila a su casa, que ellos lo solucionaban, para luego decirle que si era verdad que la acosaron, le pagarían los días de suspensión.
Al enterarnos de esta situación, los compañeros de la Comisión Interna –que somos opositores a la conducción del sindicato de Daer- fuimos a Recursos Humanos a exigir que se levante la sanción, que se tome su denuncia y que se actúe al respecto.
Inmediatamente fuimos al sector donde trabaja la compañera y hablamos con los demás trabajadores, que tenían acuerdo en parar el sector hasta que se cumpla el reclamo que hicimos. Fuimos al comedor y comunicamos lo que estaba pasando, logrando que ¡toda la planta se una en un mismo reclamo!
A las 4 a.m. la producción de toda la planta estaba cortada; ante esto, la patronal pidió una reunión para resolver la situación y el turno mañana permaneció en estado de alerta esperando la resolución.
Finalmente, la compañera volvió a trabajar, el supervisor no está más en ese sector hasta que se resuelva su situación y, lo más importante: así como la patronal tomó partido por el supervisor –que no es más que el reflejo de la soberbia y la prepotencia con la que Kraft pretende manejarse siempre-, los trabajadores y las trabajadoras tomamos partido por nuestra compañera, porque no toleramos violencia o maltrato hacia ninguna de nosotras.
Si una mujer avanza, ningún hombre retrocede...
Los compañeros varones mostraron una enorme sensibilidad, siendo los impulsores, junto con la Comisión Interna, de esta medida de fuerza, con las compañeras que expresaban indignación y bronca, pero también la decisión de dejar sentado que esto acá ¡no pasa más! Sin dudas, fue una gran respuesta clasista, frente a quienes actúan con la impunidad que les da la patronal. Pero también fue una gran lección, teniendo a los varones luchando junto con nosotras por nuestros derechos, frente a la opresión y a esa idea instalada de que somos objetos que debemos satisfacer los deseos de otros, aunque digamos “no”.
Es parte de la experiencia que venimos haciendo hace casi dos años desde la Comisión Interna, batallando para instalar las asambleas, democratizando las decisiones, haciendo que los compañeros sean los protagonistas de su historia.
No sólo luchamos por paritarias, obteniendo luego de seis días históricos de paro total el 44% de aumento salarial, sino que también paramos y cortamos la Panamericana por Mariano Ferreyra, fuimos a Soldati a solidarizarnos con los compañeros sin techo, marchamos apoyando a los estudiantes chilenos y a los hermanos de Ledesma, estuvimos en otras innumerables marchas y luchas llevando solidaridad y participamos de los Encuentros Nacionales de Mujeres y otras actividades que hemos impulsado en común con las compañeras de Pan y Rosas.
Toda esa experiencia de los trabajadores y las trabajadoras hace que realmente no nos sorprenda el paro del viernes pasado. Nos llena de orgullo ser parte de quienes vienen retomando lo mejor de la tradición del movimiento obrero y sus luchas. |