HISTORIA DEL 8 DE MARZO
Un día de lucha propuesto por las mujeres socialistas
En agosto de 1910, en Dinamarca, cien mujeres socialistas de distintos países europeos, realizaban su IIº Conferencia Internacional. Debatían cómo conquistar el derecho al voto para las mujeres, la protección social para las trabajadoras madres y sobre cuáles eran las mejores medidas para establecer relaciones entre las socialistas de todo el mundo.
Andrea D'Atri@andreadatri
En agosto de 1910, en Dinamarca, cien mujeres socialistas de distintos países europeos, realizaban su IIº Conferencia Internacional. Debatían cómo conquistar el derecho al voto para las mujeres, la protección social para las trabajadoras madres y sobre cuáles eran las mejores medidas para establecer relaciones entre las socialistas de todo el mundo. En esa conferencia se aprobó que luchar por la jornada de trabajo de 8 horas, por las 16 semanas de licencia por maternidad y otras medidas. Pero las delegadas alemanas hicieron una moción que fue aprobada por unanimidad y pasó a la historia.
La resolución que presentaron Clara Zetkin y Kate Duncker decía: “Según las organizaciones políticas y sindicales del proletariado, las mujeres socialistas de todas las nacionalidades organizarán en sus respectivos países un día especial de las mujeres, cuyo principal objetivo será promover el derecho al voto de las mujeres. Será necesario debatir esta propuesta con relación a la cuestión de la mujer a partir de la perspectiva socialista. Esta conmemoración deberá tener un carácter internacional y será necesario prepararla con mucho esmero.”
Los años siguientes, el Día Internacional de las Mujeres se celebró, en diversos países, pero en distintas fechas. Recién en 1914, las socialistas alemanas, rusas y suecas coincidieron en conmemorarlo el 8 de marzo. Esa fecha fue, finalmente, la que quedó fijada en la historia como el Día Internacional de las Mujeres, porque el 8 de marzo de 1917 (23 de febrero en el antiguo calendario ruso), las trabajadoras rusas conmemoraron su día, en medio de la Primera Guerra Mundial, con manifestaciones, huelgas y motines por el pan, por la paz y contra el régimen zarista: una chispa que dio inicio a la revolución con la que la clase obrera conquistó el poder ocho meses más tarde, bajo la dirección del Partido Bolchevique, de Lenin y Trotsky.
Hoy, 103 años después que Clara Zetkin propusiera a las socialistas conmemorar el Día Internacional de las Mujeres, para todos los revolucionarios –pero, particularmente, para las revolucionarias- sigue en pie la misma tarea: colaborar en la organización de las trabajadoras en la lucha por sus derechos y para que se incorporen a la lucha por la revolución proletaria, única perspectiva realista para quien ansíe la emancipación femenina y la liberación de la humanidad de todas las cadenas de explotación y opresión que hoy la mantienen aprisionada, bajo el orden capitalista.
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