Miércoles 3 de octubre de 2012

Queremos el pan, pero también las rosas

La sociedad capitalista, basada en la explotación de millones de seres humanos por la minoritaria y parásita clase dominante, nos empuja al hambre, la marginación y la barbarie más descarnada.

La sociedad capitalista, basada en la explotación de millones de seres humanos por la minoritaria y parásita clase dominante, nos empuja al hambre, la marginación y la barbarie más descarnada. Millones de personas condenadas a vivir en la miseria, de las cuales, la mayoría son mujeres, niñas y niños. Por eso, compartimos las palabras de la revolucionaria Rosa Luxemburgo, quien decía que queremos una nueva sociedad y no establecer algunas modificaciones insustanciales de la antigua sociedad que nos ha esclavizado.

Con esa perspectiva, las mujeres del PTS peleamos por la revolución socialista y un porvenir liberado de la esclavitud asalariada y de todas las cadenas que hoy oprimen a la inmensa mayoría de la humanidad, pero doblemente a las mujeres. Y planteamos que si se trata de cambiar el sistema capitalista de raíz, entonces sólo podemos hacerlo con la fuerza de la clase trabajadora, de millones de mujeres y hombres que son quienes hacen existir y funcionar esta sociedad en la que vivimos.

No dudamos de que las mujeres estarán en la primera fila de esas batallas, como lo han hecho siempre a lo largo de la historia, porque como decía el revolucionario León Trotsky, “quienes luchan con más energía y persistencia por lo nuevo son quienes más han sufrido con lo viejo.”