Otra vez la provincia de Jujuy es el escenario de uno de los más brutales ataques a las mujeres y sus derechos. Esta vez, gracias a la complicidad del sistema de salud y la justicia con los mandatos de los sectores más reaccionarios, como la cúpula clerical, se encarceló a una mujer en Calilegua (Ledesma) con el cargo de homicidio doblemente calificado por el vínculo y a sus dos amigas por considerarlas cómplices por haberse realizado un aborto.

Lejos de sorprendernos, los hechos no hacen más que confirmar lo que denunciamos hace años desde la agrupación de mujeres Pan y Rosas: que este gobierno nada ha hecho para evitar que cada día sean más las que sufren las secuelas de la violencia, la opresión y la ilegalidad del aborto. Lo cierto es que este gobierno no tiene a los derechos de las mujeres en su agenda, y que por ser mujeres y pobres estamos condenadas a morir o pasar años en la cárcel como Romina Tejerina.

Por eso denunciamos que en esta situación hay una cadena enorme de connivencia entre el gobierno nacional y provincial, instituciones del estado como la justicia, la jerarquía de la iglesia y la oposición clerical para los que el aborto no admite discusión.

El gobierno de Cristina Fernandez tiene una posición tomada de no avanzar en la discusión del aborto y éste lleva una década sin ser tratado en el Congreso Nacional. Mientras, las propias cifras del Ministerio de Salud muestran que bajo el mandato kichnerista murieron más mujeres por abortos mal hechos, que diez años atrás. ¿Cómo explica el gobierno de los DD.HH que en la última década el aborto clandestino se haya cobrado la vida de más de 3000 jóvenes mujeres en el país, y que sólo en Jujuy se atiendan al año más de 3000 casos de abortos mal practicados, dadas las terribles condiciones en que somos obligadas a recurrir a esta práctica?

En la provincia abundan mujeres pobres, jóvenes y trabajadoras que abortan donde pueden y como pueden por no contar con dinero suficiente para pagar una clínica privada. Obligadas a recurrir a abortos clandestinos en condiciones de máxima insalubridad, mueren desangradas, con infecciones generales o con importantes secuelas para su salud. Por eso no sólo es importante que nos organicemos para luchar por la despenalización sino también por la legalización y la práctica gratuita y segura de la interrupción voluntaria de los embarazos no deseados, tal como lo plantea el proyecto presentado por quinta vez en el Congreso por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto. Además, nuestros cuerpos son nuestros y no podemos permitir que la Iglesia, cuna de pedófilos y abusadores, que se opone incluso al derecho del aborto no punible para interrumpir el embarazo en caso de violación, acusando de criminales a los/as que peleamos por este elemental derecho, y el Estado sigan diciéndonos qué tenemos que hacer, si ser madres o con quién.

Susana, la mujer de Calilegua, seguramente tuvo que pasar un largo camino de opresión para llegar a esta situación y no es más que el ejemplo y triste resultado de lo que implica la clandestinidad del aborto. Desde la Agrupación de Mujeres Pan y Rosas y la Secretaria de la Mujer del Centro de Estudiantes de la facultad de Humanidades, llamamos a todo el movimiento de mujeres, LGTTBI, organizaciones sociales y de DD.HH, estudiantiles, de trabajadores y sindicales a organizarnos y salir a las calles exigiendo la libertad de las tres mujeres presas por causa de la clandestinidad del aborto.

¡Exigimos la inmediata libertad de las compañeras de Calilegua!
Aprobación del proyecto de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito!
Ni una muerta más. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal seguro y gratuito para no morir YA!

SECRETARIA DE LA MUJER DEL CENTRO DE ESTUDIANTES- FHyCS UNJU
AGRUPACIÓN DE MUJERES PAN Y ROSAS
(PTS e Independientes)
en el FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES