Viernes 9 de enero de 2009

MENDOZA

No queremos ni una víctima más de abortos clandestinos

Hoy se encuentra en peligro la vida de una niña de 12 años, internada en el hospital Lagomaggiore producto de infecciones y secuelas de un aborto clandestino.

Hoy se encuentra en peligro la vida de una niña de 12 años, internada en el hospital Lagomaggiore producto de infecciones y secuelas de un aborto clandestino. Nadie más que el Estado es responsable de esta situación: el gobierno de Jaque y el ministro de Salud son los únicos culpables de que esta niña haya sido sometida a un aborto clandestino en malas condiciones, cuando se hubiera podido realizar sencillamente en un hospital público sin que corriera riesgo su vida.

La inmediata legalización del aborto es una necesidad imperiosa para evitar más de 600 muertes de niñas, adolescentes y mujeres adultas por año en todo el país y otras miles que son internadas por infecciones y secuelas de los abortos clandestinos. Asimismo denunciamos que el Estado y sus instituciones, junto con la Iglesia están desplegando una campaña intimidatoria que busca criminalizar a la victimas, culpabilizar a las madres, cubriendo de un silencio cómplice el abuso sexual al que son sometidas miles de mujeres y niñas.

En Mendoza los jueces y funcionarios actúan con gran rapidez para obligar a las mujeres y niñas a continuar con embarazos forzosos, prohibiendo y negando el aborto, y con total complacencia con los abusadores. En nuestra provincia existe, además, una dictadura clerical que nos impone lo que tenemos que hacer con nuestros cuerpos y pretende decidir cuándo debemos o no ser madres, sin importar si los embarazos son producto de violaciones y si las embarazadas son apenas niñas. Dicen defender el derecho a la vida cuando esa misma Iglesia que hoy es parte del gobierno de Jaque fue parte de la dictadura militar, estando sus curas en las salas de tortura y robándose los hijos de las mujeres que luego fueron desaparecidas.

Pan y Rosas denuncia la "política criminal" que el Estado está llevando a cabo contra las mujeres. A nivel nacional, la presidenta Cristina Kirchner y su ministra de Salud Graciela Ocaña son quienes sostienen que el aborto es un tema de "política criminal" y no de salud.

Exigimos la renuncia inmediata del ministro de salud de Mendoza, Sergio Saracco, y hacemos responsable a este gobierno de la salud de esta niña que como tantas otras deben someterse al juicio aberrante de funcionarios y funcionarias que sostienen un régimen conservador y opresivo hacia las mujeres.

Por la educación sexual para decidir y anticonceptivos gratuitos para no abortar.

Por el derecho al aborto libre y gratuito, para no morir.

Por la separación de la Iglesia del Estado.

Pan y Rosas, Mendoza




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