Sábado 29 de noviembre de 2014

PAN Y ROSAS - URUGUAY

Mujeres contra la violencia marchan en Montevideo

El 25/11 se realizó la quinta marcha contra la violencia hacia la mujer convocada por el colectivo Mujeres de Negro de Uruguay que reunió más de 800 personas.

Con una participación de más de 800 personas entre mujeres, hombres y niños que vestidos de NEGRO (en señal de duelo y para ser más visibles) y en SILENCIO (porque faltan palabras para poder explicar todos los horrores que sufren las mujeres en el mundo y en denuncia por la ausencia de voz de las mujeres en la historia) recorrieron la principal avenida de Montevideo.

El evento se realizó bajo la consigna “Por Mujeres sin miedo”, pero la indicación de los organizadores de que la marcha se desarrollara en completo silencio parecía un tanto contradictoria con la necesidad que tenemos las mujeres de denunciar los distintos tipo de violencia que sufrimos cotidianamente. Sin ir más lejos, hace 15 días se dio a conocer un caso terrible de una gurisa de 15 años de un barrio pobre del interior del país, asesinada de una forma brutal. Y lamentablemente este no es un caso aislado: según las últimas estadísticas en Uruguay cada 7 días muere una mujer a causa de violencia doméstica. Frente a estos datos el gobierno frenteamplista ha tomado este tema de forma discursiva y con algunos “gestos” de querer darle un abordaje determinado. Al ser consultado el Ministros del Interior Eduardo Bonomi dijo “Se está elaborando un nuevo decreto vinculado a la violencia doméstica para tener mayores controles al respecto” (El País 26/11).

La debilidad de esta marcha es no ser crítico con el gobierno, responsable por la falta de una política profunda contra la violencia hacia la mujer. Además no cuenta con lo básico de Centros especializados a la atención a la violencia de género profundizándose en el interior del país.
Tanto esta marcha como la realizada a partir del repudio por el Caso Yamila, dan muestra de que sectores de mujeres comienzan a movilizarse contra la violencia. Será necesario unificar la lucha contra la violencia con la pelea por los derechos de las mujeres trabajadoras, contra la discriminación y contra el machismo y el patriarcado. Una perspectiva, además anticapitalista que cuestione la opresión de género y la explotación de clase.




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