Miércoles 11 de marzo de 2009

HOY MAS QUE NUNCA, ORGANIZAR PAN Y ROSAS PARA LUCHAR POR NUESTROS DERECHOS

¡Manos a la obra!

Por Sofía Quaglia, del Centro de Estudiantes de la Facultad de Psicología (UBA), integrante de Pan y Rosas

Hay que decir las cosas como son: mientras la presidenta Cristina Fernández de Kirchner nos llama a confiar en que éste es nuestro siglo, la realidad es que no sólo no hemos avanzado en nuestros derechos, sino que hemos retrocedido. En Argentina son más de 400 mujeres, fundamentalmente jóvenes, trabajadoras y pobres, las que mueren cada año por abortos clandestinos. La Iglesia, con su cinismo e hipocresía, sigue ganando esta pulseada en contra del derecho más elemental y democrático de que podamos decidir sobre nuestro cuerpo y nuestra vida. En esto, la presidenta, Lilita Carrió de la Coalición Cívica y la macrista Gabriela Michetti están de acuerdo: permiten que la jerarquía eclesiástica, que fue cómplice de torturas y desapariciones en la dictadura militar, que cubre con su "manto de piedad" a curas abusadores y violadores, se siga entrometiendo en nuestras vidas. Pero como nosotras no queremos ni una muerta más por abortos clandestinos. -¡Educación sexual, anticonceptivos gratuitos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir! -¡Separación de la Iglesia del Estado!

Además, los medios de comunicación nos tratan como objetos y después simulan escandalizarse ante algún caso violencia contra las mujeres. Pero bajo el gobierno de los Kirchner, las redes de trata y prostitución actúan con total impunidad, amparadas por leyes como la que aprobó el oficialismo, que por poco menos convierte a los proxenetas en empresarios mientras obliga a las víctimas a tener que demostrar que no son responsables de su propia esclavitud sexual. -¡Más de 600 mujeres y niñas han desaparecido en los últimos años secuestradas por estas mafias en las que están involucradas las fuerzas represivas de la policía y la gendarmería, funcionarios judiciales y políticos! Pero nosotras no miramos para otro lado. Sabemos que no va a ser de la mano de los gobiernos de turno, de la oposición patronal, ni del Estado y sus instituciones represivas como vamos a terminar con la violencia que sufrimos las mujeres en el capitalismo. -¡Por el contrario, son ellos los que mantienen y legitiman nuestra opresión! Por eso tenemos que organizamos para luchar contra la violencia hacia las mujeres, empezando por exigir la libertad inmediata e incondicional de Romina Tejerina, de Jujuy, y la absolución definitiva de Elizabeth Díaz, de Córdoba.

Compañeras: es hora de tomar en nuestras manos la lucha por nuestros derechos. Tenemos que ser miles de trabajadoras, amas de casa, jóvenes estudiantes secundarias y universitarias las que organicemos Pan y Rosas en todo el país. -¡Las invitamos a poner manos a la obra!




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